'Kellys' a través del celuloide: una visita al pasado turístico de Gran Canaria desde el Centro de Artes Plásticas

'Informe de Camarera' rescata la memoria de siete camareras de piso mediante 190 instantáneas analógicas

Alejandrx Robaina Vera, creador de la exposición ‘Informe de camarera’ en el Centro de Artes Plásticas

LP/DLP

Entre los juncales del barranco de Tecén las mujeres acostumbraban a airear la ropa recién lavada. Aprovechaban el silencio para mantener conversaciones clandestinas con sus hermanas, que les sugerían «ganarse unas perras» limpiando habitaciones en el sur. ‘Informe de Camarera’ del artista Alejandrx Robaina Vera rescata, gracias a la memoria y a los carretes fotográficos antiguos, la vida laboral de siete camareras de piso.

Cuando Pino Vera Sánchez supo que podría dejar su trabajo en las zafras de tomateros, no miró atrás. Por aquel entonces, las mujeres que trabajaban eran 'malmiradas'. Especialmente aquellas que lo hacían como camareras de piso en el incipiente negocio del turismo. Historias como la suya, dedicadas a años de labores en los bungalós del sur, quedan inmortalizadas en el montaje 'Informe de Camarera' comisariado por su hijo, Alejandrx Robaina Vera (Telde, 1994).

La sala del Centro de Artes Plásticas -espacio de la calle Colón, número ocho en el barrio de Vegueta- ofrece una experiencia sensorial que viaja a la década de los 70, la misma génesis del boom turístico. Ahí aparece en grandes láminas de plástico transparente la historia de Pino, plasmada junto a la de sus hermanas Lala, 'Beneda' -mote de Benedicta- y Lourdes y la de sus sobrinas Yolanda Geno Vera y Rita Florido Vera. Robaina comparte con los espectadores de la exposición una muestra extraída de su álbum familiar para acercar la realidad laboral de las 'kellys' y e investigar a través de la memoria cómo ha cambiado la profesión con el paso de los años.

La exposición 'Informe de Camarera'

La exposición 'Informe de Camarera' / lp/dlp

Suman en total casi 200 fotografías de archivo, un número que sigue engordando gracias a incorporaciones de terceros que están de acuerdo con el trabajo de Robaina. El desglose de las fotografías, así como sus protagonistas, quedan recogidos en un 'pergamino' desplegado justo en el centro de la sala, de tan larga extensión que llega hasta el suelo. "Realmente clasificar todo el material ha sido un trabajo tedioso, por eso la necesidad de ordenarlo", cuenta el creador de 'Informe de Camarera'.

Robaina se dio cuenta de la valía del material fotográfico varios años atrás, revisitando los álbumes familiares. A partir de ahí comienza un proceso de recopilación de datos para reunir el material que había desperdigado entre trasteros y baúles de recuerdos. La primera vez que se asoma en su mente la posibilidad de que la idea se plasme en un proyecto es en el año 2017, pero hasta el año 2022 no llega a las obras que presenta en la actualidad.

A tenor de este hecho, podría decirse que la exposición existe como un espacio vivo y adaptable al medio en el que se exhibe, según las condiciones que plantee el espacio. A veces se le suman escobas, sábanas y demás utensilios guardados por la familia Vera Sánchez que hacen la experiencia más "performativa" e inmersiva.

Las instantáneas fueron tomadas durante las jornadas laborales de las camareras de piso. En muchas ocasiones, ellas mismas firman la autoría, pero en otros casos eran los huéspedes extranjeros los encargados de fotografiarlas y enviarles el revelado a posteriori por correo postal, una vez regresaban a sus países. "Teníamos clientes repetidores que vinieron durante 30 o 40 años seguidos. Ahora mismo visitan las Islas hasta los nietos. Era, y es todavía, un 70% de los clientes que vienen", comenta Vera.

De esta etapa de turismo más 'humano', las camareras de piso cuentan cómo se relacionaban con los turistas, manteniendo un trato más cercano en el que incluso compartían mesa en el almuerzo. "Ellos mismos nos indicaban con señas que vigilaban por si venía la encargada". Anécdotas que recuerda con diversión Pino Vera, como esa ocasión en la que las empleadas usaron el apartamento 42, que en ese momento estaba vacío, para hacerse un 'caldo papas' y fueron sorprendidas por el propietario de los bungalós, que ni se inmutó al ver aquel despliegue.

Una de las camareras de piso junto a dos turistas

Una de las camareras de piso junto a dos turistas / lp/dlp

Itinerario

La experiencia del montaje se divide en tres secciones diferenciadas entre sí. Dentro de la pequeña sala, la primera instancia está compuesta por una docena de piezas fotográficas pegadas a una lámina transparente con una masilla adhesiva. Un collage que extrae las siluetas de las camareras de piso y las deslinda de los que fueron sus espacios de trabajo, los complejos turísticos. "Para delimitar los contornos de las figuras me ayudé de inteligencia artificial", argumenta el artista. Un apartado que muestra las instantáneas incompletas con el fin de que sea el imaginario de los propios asistentes el encargado de remaquetarlas.

'Informe de Camarera', del creador Alejandrx Robaina

'Informe de Camarera', del creador Alejandrx Robaina / lp/dlp

Con respecto al segundo apartado, el artista presenta una sola pieza: un gran documento de cinco metros de largo donde aparecen tipificadas las camareras de piso de las fotografías, e incluso algunos de los nombres de los extranjeros. Mediante este dosier elaborado a mano, el propio creador recoge a cada una de las personas que aparecen en las fotografías exhibidas.

La última instancia queda asocada de la luz mediante unas planchas. Esta instalación queda reservada para el audiovisual, con dos proyectores contrapuestos. El objetivo es establecer un paralelismo entre las imágenes originales y un vídeo gradado en la actualidad. Alejandrx dirige la pieza y a las actrices, que intentan con dificultad emularse a sí mismas.

Encorvadas y en posiciones artificiales, acabarán superponiéndose con las fotografías antiguas. El juego de luces refractadas pintan las paredes del cuarto mientras se escuchan sonidos ambientales.

Este recorrido fraccionado en tres instancias que recae en el movimiento, porque "hacer una habitación" es una tarea física. Series incansables de golpes de muñeca para arrastrar una fregona mojada sobre el piso de una habitación o airear un juego de sábanas blancas y colchas multicolores. A esto se le suma la inexistencia de carritos que facilitaran el desempeño del servicio y llevar los materiales del cuarto de lencería a los apartamentos.

Secuelas físicas

Todo este trajinar acarreó consecuencias de por vida para Pino Vera Sánchez que bregó desde los 12 años en los campos de cultivo de Santa Lucía de Tirajana y a los 21 transitó al de la hostelería. «El problema hoy está en cómo muchas de nosotras han llegado a nuestros últimos años de trabajo. Nuestros cuerpos no pueden más, aunque ahora tengamos ayudas con los carritos». En su caso, le constan dos prótesis de rodilla, mientras que a su hermana Lourdes Vera tuvieron que implantarle otra en la zona de la lumbar.

El dolor articular fue por mucho tiempo, el fiel acompañante de estas mujeres trabajadoras. Tan solo aliviado con medicación y calmantes. Son las hermanas Vera las que relatan como "todas terminaron mal del túnel carpiano, cintura, pies y rodillas, sobre todo".

Informe de Camarera es el vivo ejemplo de que el ejercicio del arte puede implicar investigación, y que poco debe envidiar una cámara analógica a un microscopio. "La práctica artística se manifiesta en considerar la fotografía como dispositivo capaz de articular y catalogar imágenes para condensar la memoria de las camareras, con la mera intención de crear nuevos discursos plausibles a los existentes".

El creador del montaje pone sobre la mesa una realidad agridulce: la precariedad laboral de las camareras de piso y los recuerdos familiares de una juventud de incipiente independencia económica. La solución a los problemas que ocasiona el turismo de masas considera que "no la debe dar él" y prefiere mantenerse fuera de la conversación. "Me gusta lanzar una serie de preguntas y dejar que cada uno encuentre su camino para responderlas", explica Robaina Vera en referencia no solo a buscar fórmulas amables entre el turismo y el medioambiente, sino más empáticas con su personal trabajador.