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Todo de Said

Muti se vacía en un tercer disco recién editado que nos describe al detalle

Said Muti

Said Muti / LP/DLP

En los singles previos ya se nota: Said Muti sabe que está en un momento trascendente de su carrera, ante el mítico tercer disco, y lo da todo. Acaba de salir Criminales del sueño, y queda claro que Said se vació en el disco: «Tal y como comentas lo he dado todo. No comprendo otra forma de estar en la vida y más concretamente en este trabajo. La ambición es un lugar fantástico para la creatividad, inspira. El disco y, sobre todo, las canciones han ido cambiando desde la idea inicial. Quizá cuando las escribí a guitarra y voz no sabía que llegarían a crecer hasta este punto. En diciembre de 2022 decidí darles una pausa. Cuando las retomé en abril de 2023 fue con una perspectiva muy diferente. Partía de más de treinta canciones escritas y la criba era necesaria».

La siguiente fase del trabajo entra en la mística actual de los estudios españoles: Ricky Falkner en la producción y…: «Grabamos por segunda vez en La Casa Murada, un estudio alojado en una masía fortificada del siglo XII en Tarragona. Entre sus muros hay mucha historia y eso se respira y se cuela en la grabación. Hacer discos se va convirtiendo cada vez más en un acto romántico. Hacerlos de esta forma es un privilegio y un lujo para mí». Abunda en ese carácter intangible del proceso con una frase emotiva: «Si fuera por mí, no saldría de ahí jamás. Viviría como un ermitaño cosiendo canciones».

El disco tiene un poso calmado y esa cierta melancolía, mayor para la habitual en Said. ¿Lo típico de la madurez? «¡Me niego a madurar, no soy un aguacate! Bromas aparte, la verdad es que eso que apuntas nunca me ha preocupado en demasía. Simplemente hago canciones con lo que siento en el momento. Al unirlas puede ser que ese lado melancólico esté más presente. Desde que comencé a escribir siempre he pensado que las canciones tiene que decir algo, trasladar emociones. No concibo una que me deje en el mismo lugar que antes de escucharla. Se trata de un proceso comunicativo en el que debe haber un intercambio, Si eso no se da, mal asunto».

Ahora a ver cómo hace para trasladar todo esto al directo: apabullantes colaboraciones, impresionante producción de Falkner, grandísimos músicos de estudio, todo un reto: «En breve anunciaremos las primeras fechas de la gira. Mi idea es tratar de plasmar en el directo todo lo que aparece en el álbum, para eso se hacen los discos. Es un reto poderoso pero debe ser así. Un espectáculo a la altura de las canciones y de lo que la gente espera de un show en directo. Por otro lado, voy a mantener el formato acústico. En ciertos foros me gusta mucho cantar las canciones tal cual nacieron, a guitarra y voz». Y es que Said siempre será Said.

Toman el nombre que los fenicios dieron a Canarias como idea central para una reordenación del territorio sonoro isleño. Héctor Matacherry y Santi Pérez parece que de entrada se nutren de la vibración canaria con un enfoque desarmante. Abren con un Arrorró donde filtran grabaciones de campo con una extraña mezcla de cariño y sentido del humor. Pero ese primer tema no marca la pauta, luego se dejan llevar por una búsqueda sincera y cariñosa de la belleza a golpe de círculos de acordes. El disco se detiene más en la vibración que en la etnografía. Una pieza libre y distinta, inesperada y muy a tener en cuenta.

Que Don Peligro es uno de los productores más talentosos de Canarias es algo que no necesita discusión. Está aquejado de ese mal de no recibir ni un porcentaje de la atención que merece. Ahora lanza su propia marca en plataformas como Beatport, lo que casa con una edición tan electrónica como esta nueva pieza editada el 6 de junio. I Listen es un house calmado que destaca entre sus últimas revisiones de reguetón y dembow. Como siempre apelando a un sonido casi perfecto y a una justa distribución de capas, Peligro consigue algo muy particular: traducir una cierta tristeza al lenguaje del baile.

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