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Davinia López, ayer, durante el partido contra el Izmir BSB. | |

Una jubilación interrumpida

Davinia López, mito del club, volvió a las pistas por un día para paliar el brote de covid

El Rocasa tuvo que usar el teléfono rojo para buscar una heroína. Y la encontró en uno de sus mitos, ya retirada, que se enfundó de nuevo su dorsal ‘11’ para un último servicio a su club.

«Cuando me lo dijeron pensé que era una broma. De verdad que creía que era un cachondeo. Antonio [Moreno] es muy así, decirme que todavía estoy para jugar y esas cosas. Pero cuando vi que era en serio no lo dudé: si hacía falta pues ahí iba a estar».

Davinia López estaba ayer «muerta» cuando acabaron los 60 minutos del partido que metió al Rocasa en los cuartos de final de la EHF European Cup. Toda una paradoja porque ayer se sintió tan viva como nunca después de volver a jugar con el club de su vida en un día trascendental para la entidad. El covid atacó al club justo tras volver de Turquía con siete bajas clave para jugar el partido de vuelta de una eliminatoria que estaba empatada. Y ahí Davinia no titubeó: estaba lista para jugar.

«Este club se lleva en el corazón», reconoce Davinia López, encargada de levantar por primera vez la EHF Challenge Cup en Las Remudas. Aquel título significó mucho para el club, pero también para ella. En mayo de 2016, López puso fin a su carrera como profesional en su casa.

Un hogar que sigue para ella en el Antonio Moreno de Las Remudas. No lo duda. Lejos del primer equipo, Davinia López siguió en el día a día de la entidad, tanto como entrenadora como jugadora, pero del filial. Ejemplo para las jóvenes, también le ayuda a matar el mono. Lo que nunca imaginó es que volviera al primer equipo. El club tramitó su alta en la competición y desde que se conocieron los positivos empezó a trabajar con el grupo.

«Me sentí muy bien durante la semana y en el partido gocé como una niña. Yo juego por diversión en el Territorial y aquí lo traté de la misma manera. Cuando salí a jugar el sentimiento fue el mismo», relata la leyenda del club teldense. El plan que tenía Antonio Moreno para ella –el técnico Robert Cuesta también estaba infectado– era ayudar a mantener el rigor defensivo. Experiencia para que el billete a cuartos fuera para el Rocasa. «Estuvimos muy bien, jugamos duras y las chicas hicieron un trabajo espectacular.Todo salió perfecto: redebut y victoria», afirma entre risas la capitana.

Un brindis por los viejos tiempos. «Estoy reventada. Al final son 40 años y eso se nota», cuenta Davinia López, que tenía el móvil lleno ayer. «Eso es lo más bonito, que la gente te quiera y te felicite después de tanto tiempo. Ha sido muy emocionante». Cosas de leyendas.

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