«Montar a caballo es asequible y no tiene edad» | Noemí Carreras Presidenta de la Federación Canaria de Hípica

Noemí Carreras: «Montar a caballo es asequible y no tiene edad»

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Enamorada de los caballos desde los seis años, Noemí Carreras intenta desde la presidencia de la Federación Canaria acercar su deporte a la sociedad y hacer crecer una disciplina que permite a sus practicantes disfrutar de los animales y la naturaleza.

¿Por qué eligió la hípica? ¿A qué edad comenzó a montar?

Toda mi familia es muy amante de los animales. Tendría unos seis o siete años cuando empecé a tener una toma de contacto con los caballos. Mientras mi padre montaba yo lo cepillaba, le ayudaba a montar los cascos y me subía un ratito. Después comencé a dar clases y con el tiempo, ya cumplida la mayoría de edad, decidimos comprar un caballo quitándonoslo de otras cosas. Aunque practiqué otros deportes como el baloncesto o la natación, mi pasión siempre fue ir a montar el caballo de mi padre. La hípica no consiste sólo en montar, sino todo lo que conlleva el cuidado del animal y el vínculo que compartes con él. Son animales muy sensibles y tienen que sentirse seguros con nosotros. Como las personas, también tienen días buenos y malas.

¿Qué caracteriza a la resistencia ecuestre, la modalidad que ahora practica?

Es una modalidad que se realiza campo a través y que consta de varias categorías, desde la iniciación (40 kilómetros) hasta las pruebas más largas que en el caso de Canarias son de 120 kilómetros. Se realiza por fases, teniendo que someterse en cada una de ellas a un control veterinario para asegurar el bienestar del animal. En Canarias tenemos el hándicap del mar, que afecta mucho a los caballos, al tener que pasar más de dos días en un barco más los desplazamientos por tierra, que son muy cansado para ellos, para acudir a las competiciones en la Península o en el resto de Europa. 

¿Por qué decidió dar el paso de presentarse el año pasado a la presidencia de la Federación Canaria de Hípica?

Es que este mundo me apasiona. Los últimos años ya estuve en la asamblea de la Federación Canaria y empecé a conocer un poquito cómo funcionaba. Cuando surgió la oportunidad de presentarme y el equipo que había me apoyaba, decidí aportar mi granito de arena. Hay un equipo buenísimo de gente que, como yo, lo que quiere es mejorar este deporte y poder disfrutar de él. Queremos acercar la hípica a las personas, hacer crecer la cantera, ayudar a la gente que quiere competir al más alto nivel para que pueda salir fuera; además, le damos mucha importancia a la formación en todos los ámbitos.

¿Qué número de licencias federativas hay en estos momentos en Canarias?

Contamos con un total de 1.350 licencias y 713 caballos censados en las Islas actualmente.

¿Es la hípica un deporte accesible a todos los bolsillos?

Tener un caballo lógicamente es caro, pero montar a caballo es asequible. Una clase puede rondar entre los 12 y los 15 euros. Es un deporte que no tiene edad, y además la terapia ecuestre es algo que funciona tanto con personas con problemas motrices como de autismo, síndrome de Down, con problemas de autoestima o de estrés; el trabajar con caballos les ayuda mucho. En Gran Canaria hay dos instalaciones muy importantes, como son el el Real Club de Golf de Las Palmas, en Badama, que celebra múltiples concursos de hípica gratuitos, y el Centro Hípico Ciudad de Arucas.