Entrevista | Gabriel Mendoza Grancanario aspirante al título mundial júnior de bodyboard

Gabriel Mendoza: «Se ha dado todo lo necesario para poder optar al título»

Sus padres le animaron a tirarse al agua por recomendación médica. Tenía nueve años y una hernia que podía mejorar con la natación. Se enamoró del bodyboard y hoy, a los 18 años, puede convertirse en campeón mundial júnior en el Frontón King.

El grancanario Gabriel Mendoza posa con la ola de El Frotón detrás.

El grancanario Gabriel Mendoza posa con la ola de El Frotón detrás. / LP/DLP

Manuel Ojeda

Manuel Ojeda

¿Cómo llegó al bodyboard y en qué momento se convirtió en algo más que una afición?

Tenía un tipo de hernia y para quitármela el médico me recomendó nadar. Mis padres, que ya eran aficionados a coger olas, me animaron a probar. Cada día me gustaba más y más, hasta que un día, en La Cícer, me encontré a Samuel Brito, mi entrenador hasta la fecha. Él fue el que me vio futuro. Empecé a competir con 14 años y que quedé campeón de España.

Y ahora con opciones de ganar el título mundial en su último año en la categoría júnior, y además en casa, en el Frontón King. Tenía posibilidades de luchar por la corona desde el principio, pero con Jorge Hernández –el vigente campeón que cayó lesionado– y el peruano Michael Yancce parecía imposible. ¿Cómo ha sido para usted mentalmente el proceso de llegar aquí escuchando que el título se lo jugaban entre ellos dos?

Realmente cuando empezó este Gran Canaria Frontón King sabía que llegaba con posibilidades de luchar por el título, pero que tenían que pasar las cosas de una determinada forma. Y al final todo ha ido desarrollándose a favor de mis intereses, porque si Jorge no llegaba a la semifinal ya era un gran paso; encima tenía que competir con Yancce y cuando se repartieron las mangas vi que me había tocado en su cuadro. Confiaba en que me tocara con Pirpo (apodo del peruano) en semifinales para tener opciones y así ha sido.

Jorge Hernández no ha llegado por lesión a estas rondas final. Sé que ustedes son amigos y que su eliminación le favorecía deportivamente, pero no ha debido ser fácil tampoco...

No, por supuesto. Somos más que compañeros, llevamos tres años entrenando juntos y somos amigos… Quería que ambos lo diéramos todo en la pelea por el título, que lucháramos y que ganara el mejor, pero por supuesto no quería que se quedara fuera por una lesión. No queda más que aceptar el destino y esperar a que se recupere pronto. Le queda un año para volver a ganar.

¿Qué significaría usted coronarse campeón del mundo y hacerlo en el Frontón King?

Sería la prueba de que lo sueños se pueden cumplir. Después de tantos años entrenando verme aquí luchando por el título, en una ola en la que me tiro prácticamente todos los días, es eso, un sueño.

¿Qué le pide al último día de competición en El Frontón?

Pues que venga ordenado y con viento del oeste, que todavía no lo hemos tenido. El Frontón nunca decepciona, siempre deja algo importante para el campeonato.

Además de su magnífica actuación en júnior ha realizado un gran papel en la categoría absoluta, a la que pasa el año próximo. No sólo por hasta dónde ha llegado con el paso de las rondas, sino por cómo ha aplaudido el público sus maniobras. ¿Cómo se ha visto y cuáles son sus planes?

La verdad es que no iba a competir en la categoría absoluta. Entré en la reserva con una de las últimas plazas porque Dailos Rodríguez, un compañero, me animó a hacerlo. Y al final me vi pasando mangas y motivándome. Sinceramente creo que me ha ido bien porque tenía cero presión. El año que viene esta será mi categoría y, visto lo visto, mi plan ideal sería ir a Chile y después a Brasil… Vamos a ver si se puede.

¿Qué ha supuesto el Frontón King, en estos 11 años, para el fomento de esa cantera isleña de la que usted forma parte, y a la que muchos califican como la mejor del mundo?

Esta prueba supone una motivación enorme. Gran parte de la proyección del bodyboard canario es gracias a El Frontón King. Hace tres años, cuando empecé a competir en esta prueba, no estaba la categoría júnior, y la organización la creó, entre otras cosas, para que la gente de aquí pudiese participar y nos ha ido apoyando año a año. ¿La meta? Que un canario sea campeón del mundo en la categoría absoluta. Estoy seguro que ocurrirá.

¿Qué lugar ocupa en su vida el bodyboard?

Es como un estilo de vida. Lo que más me da es felicidad, si no me tiro al agua me siento mal. Pero estoy estudiando un ciclo de telecomunicaciones y aunque mi objetivo es vivir del deporte, tengo los estudios para cubrirme las espaldas, también porque se trata de un deporte muy lesivo.

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