Pelea campal en un partido de juveniles en Gran Canaria

Un gesto obsceno de un jugador visitante que estaba expulsado provocó el inicio de la batalla entre aficionados

Batalla campal en Gran Canaria

H. U. D.

El fútbol vuelve a mostrar la peor cara del ser humano. Durante el transcurso de un partido de juveniles entre el Zoco Negro de Playa de Arinaga contra el San Pedro Mártir este viernes, 10 de noviembre en el Municipal de Arinaga.

El encuentro correspondiente a la octava jornada del grupo 3 de Segunda Juvenil y que terminó 0-1 a favor del cuadro visitante.

Tras la finalización del encuentro se produjo una batalla campal en el terreno de juego que obligó a la intervención de las autoridades.

Según señalan varios testigos, un jugador del equipo visitante y que había sido expulsado hizo un corte de manga a la afición local incrependo la derrota del equipo lo que provocó una pelea masiva entre ambas aficiones y que obligó a la Policía Local a acudir al recinto deportivo para parar la pelea.

Insultos racistas

Pero no ha sido la única incidencia en un partido de fútbol en Canarias esta semana. El pasado miércoles, el partido de la tercera eliminatoria de la Copa de la Reina entre el Real Unión de Tenerife Santa Cruz y el Sporting Club de Huelva dejó un momento desagradable: un episodio de insultos racistas por parte de un sector de la afición local hacia la futbolista visitante, la venezolana Raiderlin Carrasco

"Hago constar que en el minuto 88 de partido, con el balón en juego, desde la zona de público ubicada tras el área técnica local, detrás de mi árbitra asistente número 1, varios aficionados del Real Unión de Tenerife Santa Cruz, identificados como tales por animar a dicho equipo y recriminarme las decisiones tomadas en su contra durante el partido, se han dirigido a la jugadora visitante número 4 Carrasco Vargas, Raiderlin Nazareth en los siguientes términos: ¡Caramono! ¡Negra de mierda!, a gritos y en varias ocasiones", refleja la árbitra Ylenia Sánchez Miguel en el apartado del acta dedicado a las incidencias. "Esto ha sido escuchado por mi árbitra asistente número 1, por lo que me he acercado hasta la posición del delegado de campo para que comunicara por megafonía que cesasen dichos comentarios. El delegado de campo me comunica inicialmente que cree que no disponen de megafonía, por lo que se solicita que lo consulte", añade la colegiada describiendo el momento en el que quiso intervenir para que no se repitieran los insultos.

"Tras confirmar que había megafonía disponible, se emite el siguiente mensaje: Se ruega al público asistente, que muestre respeto al equipo arbitral y a las jugadoras. ¡Vamos Unión que aún queda tiempo y se puede! ¡Sí se puede!. Ante esto, vuelvo a dirigirme al delegado de campo y le comunico que este no es el mensaje que debe emitirse y que debe solicitarse de forma explícita que cesen los insultos racistas. Pasados unos segundos, vuelve a sonar la megafonía en los siguientes términos:Se solicita que, por favor, paren los insultos racistas. La acción no se ha vuelto a repetir durante le encuentro estando el partido detenido durante tres minutos", añadió en el acta.