El San Roque cierra el mejor año en sus más de cinco décadas de historia

Los chicos del barrio logran en 2023 debutar en la Copa Príncipe y en la Superliga Masculina de Voleibol

A pesar de tener el presupuesto más bajo de la máxima categoría se quedan a un punto de clasificarse para la Copa del Rey

Foto de familia del  San Roque durante su debut en la Superliga ante el Guaguas.

Foto de familia del San Roque durante su debut en la Superliga ante el Guaguas. / CV San Roque

Dicen que las notas se deben de poner a final de año y este 2023 pasará a los anales de la historia rojilla como el mejor en los 53 años de historia ininterrupida del CV San Roque.

El barrio de San Roque - El Batán contempla con orgullo como sus chicos se codean con la élite del voleibol nacional, llevando su nombre con orgullo por toda la península, en un año especial, cargado de trabajo, de sacrificios y de ilusión, que han llevado al club a lo más alto. Los chicos del barrio han llegado a la Superliga y pelearán por mantenerse muchos años.

El 2023 arrancaba con el CV San Roque haciendo historia de la mano de Gustavo Delgado comandando al equipo desde el banquillo en su primera participación en la Copa Príncipe, en la que los grancanarios además ejercieron de anfitriones en el Pabellón de El Batán del 6 al 8 de enero, contando con la inestimable ayuda en la organización del evento del experimentado CV JAV Olímpico.

En el plano deportivo el rendimiento no fue el esperado, en parte por los nervios del debut y por pagar el peaje del novato en estas lides, además del alto nivel de los participantes en la cita copera. A pesar de todo los rojillos terminaban cuartos en su primera participación en la Copa Príncipe, tras caer en la muerte súbita ante el VB Almendralejo Extremadura (23-25, 22-25, 25-7, 25-22, 16-18).

En la competición liguera, los hombres de Gustavo Delgado se quedaban a las puertas del playoff al cerrar la temporada regular terceros, con 50 puntos, a 10 del líder, el UBE L’Illa Grau y a seis del Instercap Asisa Tarragona, quienes disputarían el pasado verano una batalla por el ascenso que finalmente no se produciría.

Permuta inesperada con el Barça

Verano intenso el que le esperaba al CV San Roque en los despachos ante la oportunidad inesperada de poder permutar su plaza con la de un Barça que por motivos económicos se veía obligado a renunciar a jugar en la Superliga.

A pesar de tener ya su equipo cerrado para competir en la categoría de plata una temporada más, los grancanarios llegaban a un acuerdo con la entidad culé para ocupar su plaza en la élite y debutar en la Superliga por primera vez en su historia.

Ante la magnitud del proyecto, Esteban González, fundador y alma mateur del club, fichaba para dirigir desde la presidencia en su debut en la élite a Miguel Ángel Hernández, quien no dudaba en abandonar la vicepresidencia del todopoderoso Guaguas para aportar su experiencia al nuevo proyecto rojillo en la élite.

En el banquillo se apostaba por la incorporación de Alberto Rodríguez, uno de los entrenadores jóvenes grancanarios más cualificados y con una amplia experiencia en la élite, principalmente en el voleibol femenino, que asumía el reto de liderar a los chicos del barrio a pesar del cambio de categoría, formando dupla con Adrián González. Por su parte, David Hernández, desde la dirección deportiva, asumía el difícil papel de tener que montar un equipo de Superliga en un par de semanas, consiguiendo en un tiempo récord los fichajes de Ulrik Dahl, el mejor artillero de la competición en lo que va de temporada, además del regreso a la Isla del Rey del bloqueo, Moisés Cezar, quien a sus 40 años ha vuelto a demostrar que es uno de los mejores centrales de la competición, junto al brasileño Bruno Santos en la recepción, Guillermo Loeches en la creación del juego y el argentino Nahuel Camacho en el centro de la red.

Con el equipo con tres entrenamientos juntos debutaban ante el vigente campeón, el Guaguas, dando unas pinceladas de lo que ha traído un arranque de temporada apasionante, en la que han terminado novenos, a un solo punto de clasificarse para la Copa del Rey, poniendo en apuros a los grandes de la Superliga y convirtiéndose en uno de los equipos revelación de la competición, por su juego y por su espíritu combativo que le convierten en un rival incómodo para todos sus adversarios.

Un futuro esperanzador

A falta de 10 partidos para el final de la temporada 2023-24, los hombres de Alberto Rodríguez retomarán la competición recibiendo en casa al Melilla el próximo 7 de enero (12.00 horas).

Los grancanarios son novenos con un balance de cuatro victorias y ocho derrotas, aunque tres de ellas tuvieron lugar en el tie-break, por ese espíritu de lucha que caracteriza al San Roque y que hace que por muy difíciles que se le pongan los partidos, nunca bajan los brazos.

Dos puntos le separan del descenso que marca el Vóley Palma y 11 del Volei Villena Petrer; mientras que cuatro son los puntos que le separan del Manacor, que marca la línea de un playoff que sería un sueño para los grancanarios, ya que por un lado les aseguraría su primer objetivo, el de la permanencia y por otro lado, poder vivir la emoción de poder pelear hasta el final por el título de la Superliga en su primer año en la élite.