- Un empate y dos victorias para empezar la temporada invicto. Hace un mes habría firmado comenzar así el curso.

- Vivimos una situación bastante buena. Al igual que ocurrió la campaña anterior, cuando analizamos el principio del calendario tuvimos claro que, si nosotros estábamos bien al afrontar estas jornadas, llegarían resultados positivos.

- El recuerdo del año pasado, tras la euforia que rodeó a la UD Las Palmas por su buen inicio, invita a la prudencia.

- Eso ya lo tenemos marcado, muy bien marcado. Sin ir más lejos, se notó el domingo pasado en Tarragona. El equipo, con 0-2 y 0-3 en el marcador, no bajó la guardia en ningún momento y no se relajó. Es cierto que el gol del Nàstic llegó por un error nuestro, pero durante el encuentro todo el mundo corrió y se esforzó al máximo para no conceder nada al rival. Y eso lo aprendimos de la temporada anterior, de partidos en los que jugamos muy bien, en los que teníamos todo bajo control que al final, por lo que fuera, no lográbamos rematar. Lo tenemos, todos los días, muy presente en el vestuario y el reto es mantener una línea regular.

- Más allá de la calidad de futbolistas como usted o Jonathan Viera, Sergio Suárez, Vitolo o David González, el rasgo que más destaca de esta UD Las Palmas es el orden.

- Algo en lo que todos, también, aprendimos del año pasado. El entrenador lo tiene claro y así nos lo ha inculcado. El talento de esta plantilla está ahí, es innato, pero lo que el técnico nos ha pedido a los futbolistas con más calidad es realizar un esfuerzo físico, entregarse más por el trabajo colectivo. Por mucha posesión del balón que tengamos, no nos podemos confiar. Hay que trabajar porque si te crees superior al rival, en esta categoría, te engañas a ti mismo.

- Este equipo, ¿tiene recorrido o va limitado? El ejercicio anterior empezó muy fuerte y acabó pidiendo la hora.

- Estamos en un buen momento, eso es indiscutible. Pero hay fondo de armario. Hay un detalle que lo refleja muy bien. Futbolistas que el año pasado eran titulares ahora les toca esperar en el banquillo. Y, por lo larga y dura que será la temporada, van a hacer falta.

- Las lesiones de Vitolo y Jonathan Viera serán una buena ocasión para saber si hay fondo de armario en esta plantilla.

- Esos problemas, en el fútbol, van a estar presentes siempre, con eso ya se cuenta. El curso pasado ya jugamos bastantes partidos sin Vitolo y sin Jonathan Viera y el equipo salió adelante. Otros jugadores, como Pedro Vega o Mauro Quiroga hicieron un gran trabajo y nos dieron muchos puntos. Ahora, además, contamos con la incorporación de un jugador como Portillo. No deberíamos notar en exceso las bajas.

- Llega el Córdoba, un equipo con un proyecto limitado por su situación económica, pero que ha empezado bien.

- Es un buen equipo y no hay que engañarse por su su coyuntura económica. Tienen un gran entrenador y, por los vídeos que hemos visto, pasa por un buen momento y sabe a lo que juega.

- Regresa Paco Jémez.

- Y lo vamos a recibir como se merece, como un gran tipo, sobre todo, y como un gran entrenador. Sabe lo que dejó aquí y nosotros sabemos qué clase de persona es. Es un hombre que merece la pena. En el momento que empiece el partido, a partir de ahí, seremos rivales y ya habrá tiempo, luego, de charlar con él.

- Jémez ha afirmado que él también habría salvado al equipo del descenso.

- Cuando fue despedido pasábamos por una racha que no iba a durar todo el año. Al equipo le hacía falta un buen resultado que sirviera de empujón. Eso dice mucho de Paco, porque demuestra su confianza en el equipo y porque pensaba que los jugadores estábamos capacitados para sacar adelante la situación, algo que se demostró luego con Juan Manuel Rodríguez, con el que hubo un cambio y se logró el objetivo.

- A nivel colectivo, ¿a qué aspira esta temporada?

- Pues que, de una vez por todas, el equipo adquiera regularidad. En las temporadas anteriores hemos pecado de no tener continuidad. De haberlo hecho un poco mejor el año pasado hubiéramos peleado por cosas mayores y hubiéramos evitado momentos malos. Tenemos que alcanzar cierta madurez para tener regularidad.