El Vecindario confirmó las sospechas de que la Copa Federación no será un objetivo esta temporada. José Juan Almeida alineó un once irreconocible que en apenas cuarenta y cinco minutos encajó cuatro goles y, prácticamente, entregó la eliminatoria a su rival, un Rayo Vallecano B que sí que suele disfrutar en la Copa de los pobres. El técnico realizó sus tres cambios tras la reanudación y, aunque mejoró ligeramente la imagen de los blanquinegros, el resultado ya no se movió más.

Los futbolistas del filial y algunos juveniles coparon los once puestos que saltaron al campo principal de la Ciudad Deportiva con veinte minutos de retraso. Y es que, para colmo de males, el avión que trasladó al Vecindario desde Gran Canaria sufrió un retraso de más de una hora. Desde el inicio, se vio que el filial franjirrojo iba a por el partido, con una formación en la que también faltaban algunos de sus hombres más importantes.

Tras una primera parte donde se produjeron los goles, los anfitriones dejaron pasar los minutos de juego e incluso reclamaron tres penaltis en el área forastera. El resultado no admite objeción y, salvo milagro inesperado, la suerte de la eliminatoria está echada.