El británico Bradely Wiggins se mostró hoy feliz con su victoria en la contrarreloj del Tour de Francia, que refuerza su liderazgo en la prueba, y aseguró que la fuerza le viene "de la pasión por la bici" sin la cual "sería sólo una máquina".

El ciclista del equipo Sky reconoció que ha hecho un gran trabajo psicológico junto al físico, aunque señaló que "todavía queda mucho por hacer" y puso como ejemplo el cabreo que tuvo la víspera cuando le preguntaron por las semejanzas entre el Sky y el US Postal de Lance Armstrong.

"El motor de mi cambio ha sido la pasión por la bicicleta. Adoro este deporte, soy fan desde que era niño y sé dónde estoy ahora, arriba en el Tour. Si eliminas eso, eres sólo una máquina", aseguró el británico.

Wiggins se mostró muy satisfecho de su actuación en la contrarreloj de Besançon, que dominó con claridad.

"Habíamos reconocido bien el terreno tras la Dauphiné. Es mi especialidad, he dado el tope, estoy muy contento", afirmó.

El ciclista del Sky destacó la importancia de conocer bien el terreno porque "no era un recorrido fácil, lleno de curvas, constantes cambios de ritmo".

Pero destacó que pudo aplicar también la experiencia adquirida en los años pasados en la pista.

"Pasé diez años en la pista, gané medallas y hemos trabajado mucho para adaptarnos a la carretera. Hemos cuidado cada detalle para etapas como la de hoy, pero también para mejorar en la montaña", dijo.