"Hemos hecho 90 euros de taquilla y vendimos 28 números de la rifa a dos euros. En total, 196 euros de recaudación. Y tenemos que pagarle 300 al árbitro". Hilarión Rodríguez, presidente del Villa de Santa Brígida, ya ha aprendido a convivir con la crisis en Tercera División. Ya no sufre tanto como al principio. Dice que ha estado muchas noches sin dormir, pero está empezando a claudicar porque la realidad económica se impone en el fútbol modesto. Lejos, muy lejos, quedan los tiempos de bonanza en el club cuando militaba en Segunda B y cinco jugadores procedentes de la Península tenían pisos de lujo en Siete Palmas. Alquileres, sueldos, cómodos viajes, hoteles de cuatro estrellas... todo aquello forma parte del pasado de la entidad verdilla. Hoy, la situación financiera es bien distinta. Es caótica.

La asfixia no sólo es patente en el Villa, también en la mayoría de los 20 equipos del grupo canario de Tercera. Sólo se salvan los filiales, Las Palmas Atlético y Tenerife B, los demás viven absolutamente al límite. Hace tres semanas el Tenisca no pudo viajar a Lanzarote, aunque disfrazado por la quiebra de Islas Airways, la mayoría murmura que se debió a sus graves problemas económicos. Hace dos, el Tijarafe aterrizó en Fuerteventura con lo puesto y una muda. En este ambiente de penuria institucional, ha surgido un grupo de dirigentes, cada vez más importante, que reclama la división provincial de la categoría. Seis clubes de Las Palmas (Estrella, San Pedro Mártir, Corralejo, Telde, Villa y Unión Viera) ya lo han expresado. Dicen que aliviaría los gastos de viaje y aumentaría las taquillas. Doble beneficio.

"Estoy esperando que llegue el partido contra el Vecindario. Es nuestra tabla de salvación para los próximos meses". Pedro Sánchez, vicepresidente del Estrella CF, es uno de los más firmes defensores de la segregación del grupo canario de Tercera. "Llegamos a este punto por necesidad, no por puro capricho ni egoísmo", enfatiza el directivo. "Es imposible mantener un club con estos gastos, sin ayudas al transporte del Gobierno de Canarias, esto es totalmente inviable", sostiene Sánchez, al tiempo que enumera los gastos de un viaje a Tenerife. "Los pasajes nos valen 1.100 euros, la guagua y el bocadillo para los jugadores, 300 euros, y otros 300 para el árbitro. Haga la cuenta", subraya el dirigente, quien sentencia: "Los números están claros: 1.700 euros, como mínimo".

Nadie ha proyectado cómo podría ser la nueva Tercera, que debería ser aprobada por la Real Federación Española de Fútbol. Lo único que parece claro es que serán dos grupos provinciales y una liguilla final entre todos para decidir qué equipos optan al ascenso a Segunda B. Unos esbozan dos grupos de 14, otros hablan de dos de diez equipos con cuatro vueltas; en cualquier caso, el diseño de la competición sería lo último, antes corre prisa salvar la situación de los clubes. "Veo la cosa tan mal que si acabamos esta Liga con 13 ó 14 clubes será todo un éxito", apunta Óliver Sánchez, presidente del San Pedro Mártir. En esta misma línea, Pacuco Ramos, máximo dirigente del Unión Viera, comenta que su equipo competirá hasta que tenga fondos. "Estamos vivos por las cuotas que pagan los padres y por espontáneos que un día ponen 20 euros y otro 200", apostilla.

Si en los clubes de las islas centrales la cuenta de resultados está en números rojos, la cuestión en las islas periféricas añade la doble insularidad. El Corralejo y la UD Lanzarote deben tomar un avión cada 15 días. Es un goteo continuo de dinero en los pasajes. "He tenido que ir a pagar a la agencia de viajes porque no nos da más crédito", apunta Horacio de León, tesorero del Corralejo, quien esta semana ha repetido su rutina de ir puerta por puerta en los comercios del pueblo turístico. Sólo han respondido un 25 %, los demás le dan largas. "Horacio, vente mañana, pasado, el otro...", le dicen.

No todos los equipos de la provincia de Las Palmas defienden como solución la ruptura de la Tercera. El Lanzarote se posiciona en contra porque dice que deberá seguir viajando y gastando el mismo dinero, el Vecindario piensa algo similar, mientras que Las Palmas Atlético no emite una opinión formada porque entiende que la segregación necesita un estudio.