"Ganar, ganar y volver a ganar". En el fútbol no hay más. En su momento, lo dijo un sabio de voz cavernosa y carácter agrio llamado Luis Aragonés pero la máxima sirve para entender el impulso redentor en el que se ha instalado el conjunto de Sergio Lobera en las últimas semanas. Tras un inicio de temporada casi sin puntos, la UD Las Palmas se ha subido a una ola de inercia ganadora y ahora ni quiere ni puede bajarse de ella. Hoy se enfrenta al Hércules (11.00 horas) en el José Rico Pérez de Alicante en busca de su sexto triunfo consecutivo, el cuarto en liga, en un partido que se presenta vital para dar el salto definitivo de los puestos de la ignominia clasificatoria a los de la lucha por un futuro con honor y esplendor.

Desde la prorroga copera frente al Racing de Santander, la Unión Deportiva de Sergio Lobera no pierde un partido. Los de amarillo buscan recuperar el crédito perdido, pero la herencia negativa de un principio de campeonato de signo adverso aún pesa como una carga azarosa sobre sus conciencias. La remontada, sin embargo, está en camino; desde el farolillo rojo a esos puestos que permitan soñar con los pies en el suelo por entrar en la promoción de ascenso y ante esto, aunque queda mucha liga, no hay espacio para el error. Y es que en la realidad del conjunto grancanario no hay lugar para el término medio. De ocho jornadas sin ganar se ha pasado a cinco con el botín preciado de los tres puntos como única recompensa. El objetivo está marcado desde los despachos y un triunfo más le confirmaría en el camino correcto, sobre todo antes de afrontar la disputa de dos partidos seguidos al cobijo y calor del Estadio de Gran Canaria.

En un mes, el conjunto de Sergio Lobera ha dado un giro de 180 grados. Desde la confianza de los resultados ha construido un bloque seguro y ambicioso que se sabe importante en la competición y reclama su lugar como protagonista. Atrás quedaron las dudas, la docilidad de un juego timorato e incluso la mala suerte que parecía pesar cual maleficio gitano en su contra. Sin embargo, la tarea está aún en proceso y el enfermo no ha recibido el alta médica. Los jugadores de Lobera conocen el diagnóstico, así como el tratamiento: primero defender el cero en la portería de Barbosa, después encontrar un equilibrio práctico entre la defensa y el ataque, y posteriormente, a largo plazo, encontrar una línea regular en la competición. Es la máxima del día a día, del partido a partido y el paso a paso. Ganar, ganar y ganar para después volver a ganar.

Esta ocasión, el conjunto amarillo se encuentra con un rival herido y casi hundido pero que busca revivir a costa de los grancanarios. Durante años la UD ha fallado en la suerte de la estocada, pero esta temporada se está ganando, no sin problemas, a los equipos en descenso. Lobera cuenta hoy con varias dudas que le invitan a modificar su once habitual. En primer lugar, el entrenador ha pasado de las carencias en el centro del campo al superávit. David González repite convocatoria pero esta vez en plenitud física tras arrastrar problemas musculares durante toda la temporada, pero en su lugar se encuentra con dos jugadores inspirados y una garantía para la lucha por dos puestos. Nauzet Alemán, como mediocentro, le ha cambiado la cara al equipo amarillo. Aporta trabajo, inteligencia, orden y pases de gol. Es uno de los jugadores más en forma de la plantilla y su concurso se presenta casi insustituible. Mientras, Hernán ha realizado actuaciones sobrias y elegantes, aportando un equilibrio entre líneas que ha dado solidez al once grancanario. Además, el motor diésel de Javi Castellano ya carbura y es toda una garantía de éxito. Mientras, Vicente Gómez y Sergio Suárez parece que han perdido algo de protagonismo. Por otro lado, Lobera debe recomponer la línea de zagueros por la sanción de Pignol y la lesión de Aythami. Deivid, David García y Murillo, jugarán seguro pero queda por resolver quien, entre Deivid y García, ocupará el lateral derecho. Dani Castellano ha trabajado con el resto de compañeros y su continuidad, pese a las molestias que sufre, parece más que probable. Mientras tanto, en ataque, Javi Guerrero, pese a sufrir una gastroenteritis, acompañará a Thievy en punta con Vitolo y Momo en las bandas.

Que siga la racha

El equipo de Sergio Lobera suma cinco triunfos consecutivos, dos en Copa y tres en liga, con lo que ha igualado un racha de victorias que se remontaba a los tiempos de Segunda B. En la temporada 2004-2005, con el entrenador madrileño Carlos Sánchez Aguiar en el banquillo, la UD Las Palmas se impuso al Alcorcón (3-0), Navalcarnero (0-1), San Sebastián de los Reyes (2-0), Leganés (0-3), Castillo (3-0) y Universidad de Las Palmas (2-1) para empatar a continuación con el Fuerteventura (1-1). Ahora los amarillos pueden superar este récord en la división de plata del fútbol español con un triunfo en el José Rico Pérez de Alicante. En este escenario Las Palmas logró su último triunfo en la campaña de los años 2009 y 2010. En aquella ocasión, el Hércules con Javier Portillo -ex de la UD- en sus filas cayó derrotado (0-1) en la temporada en la que el conjunto alicantino logró con el ascenso a Primera División. F. B.