Solidaridad con Educanepal

El recorrido, a punto. Los efectivos de seguridad, coordinados. Los corredores, ansiosos. La ciudad, preparada. La LPA Night Run ya está lista para rodar en las calles de la capital grancanaria el próximo sábado 16 de noviembre, a partir de las 20.30 horas, con salida desde el Parque de Santa Catalina.

La novedosa carrera nocturna que se celebra por vez primera en Las Palmas de Gran Canaria, ya está calentando motores para acoger una gran fiesta del deporte desde mañana jueves, con la instalación de la Feria del Corredor y la repartición de dorsales.

La Oficina del Corredor estará dentro del Edificio Miller y atenderá a los participantes durante el jueves y el viernes en horario de 10.00 a 20.00 horas. Además, el mismo día de la carrera, sábado 16, los que aún no hayan pasado a recoger su bolsa podrán hacerlo en horario de 10.00 a 16.00 horas. Y desde las 19.00 horas se instalará el guardarropa para que todos los corredores puedan dejar sus pertenencias.

Finalmente serán 3.000 los corredores que afortunadamente podrán contar con un dorsal para la competición, después de que desde la organización se vieran superados por la respuesta del público y habiendo aumentado en 1.000 plazas el tope de corredores, dejando a más de 1.500 personas en lista de espera por motivos de seguridad.

Todos ellos recibirán en la Oficina del Corredor, previa identificación con DNI y el comprobante de pago, su dorsal, el chip, la camiseta oficial de la carrera y, muy importante, la pulsera del cajón de salida. En color verde, para los que corren el kilómetro en menos de 4.30 minutos; amarillo, para los que lo hacen entre 4.31 y 5.15, y naranja, para los que ruedan a más de 5.15 kilómetros por minuto.

En cuanto a la camiseta, la organización ha elaborado dos modelos, para chicas y para chicos, con colores vistosos y elementos reflectantes que harán que sean visibles sin problemas en los tramos de menos iluminación. Además, la uniformidad dejará una bonita estampa de recuerdo de la primera carrera nocturna que se desarrolla en la ciudad. No obstante, también se permite a los corredores que lo prefieran, competir con su propia camiseta, recordando que los efectivos de la Policía Local han recomendado utilizar ropa apta para las carreras nocturnas.

En relación a los avituallamientos de los que dispondrá la LPA Night Run, gracias a la colaboración de SPAR Gran Canaria, uno de los patrocinadores principales de la prueba, estarán sitos en los kilómetros 5,5 (Paseo de Las Canteras), 10,4 (Parque Doramas), 15,8 (Lady Harimaguada) y la zona de meta. En todos ellos, a excepción del primero que sólo tendrá agua, se ofrecerá a los corredores bebidas isotónicas, agua y fruta. En la meta también habrá frutos secos y barritas energéticas.

Por su parte, Hospitales San Roque, también en su condición de patrocinador, habilitará un hospitalito en la zona de salida/meta, contando además con tres puntos de asistencia de enfermería: uno en el Auditorio Alfredo Kraus, otro en el Parque Doramas y el tercero en la calle Alicante.

Deporte y solidaridad

Por otra parte, los organizadores de la LPA Night Run no han querido desaprovechar la oportunidad de la buena acogida que ha tenido la carrera para apoyar un proyecto solidario y altruista.

Se trata de informar a todos los que se acerquen al Parque de Santa Catalina de lo que se puede conseguir entre todos con la aportación de una módica cantidad: dos euros.

El proyecto del grancanario José Díaz, Educanepal (www.educanepal.org), lucha contra el tráfico de niñas y la explotación laboral infantil en Nepal. Esta labor se realiza a través de la escolarización, la formación profesional, la generación de recursos y campañas de sensibilización en zonas marginales de aquel país asiático.

El objetivo de la LPA Night Run es conseguir reunir 6.000 euros para crear una casa de costura, en la que un grupo de niñas nepalíes aprendan un oficio que les permita valerse por sí mismas. En su mayoría se trata de niñas huérfanas, abandonadas, sin recursos o que han sido víctimas del tráfico de niñas.

Por tanto, las zancadas de cada corredor pueden tener un fin social, porque cada pisada cuenta y puede acercar más la realidad de estas niñas a una infancia digna.