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Baloncesto La crónica (31ª jornada)

El Granca saca los cañones

Con siete triples en el último cuarto, cuatro de Kyle Kuric, el Herbalife supera al Valencia (90-76) y se consolida en la octava plaza

Kyle Kuric trata de penetrar a canasta durante el partido contra el Valencia ante la defensa de Nemanja Nedovic. QUIQUE CURBELO

Era un día propenso a la resaca. El Herbalife Gran Canaria había finalizado el sueño europeo en Moscú y venía al Arena el poderoso Valencia Basket, pletórico en la Liga Endesa con cuatro victorias seguidas y acostumbrado a salir de la Isla con un triunfo. Pero el equipo de Aíto García Reneses dejó claro que no quiere terminar una temporada ya histórica sin cumplir con la obligación del Playoff. Empezó el duelo con un parcial de 10-0, resistió a las acometidas del rival durante dos cuartos y en el último voló con siete triples para consolidar la octava plaza (90-64). La seriedad europea trasladada a la Liga Endesa.

De vuelta a la rutina después de la medalla de plata en la Eurocup, a los hombres de Aíto García Reneses les tocaba remangarse. La derrota ante el UCAM Murcia en la última jornada no permitía margen de error por mucho que el Valencia llegara lanzado y cuarto. Una derrota era casi sinónimo de quedarse sin Playoff, y más aún tras la machada del CAI Zaragoza en la cancha del Unicaja.

Los de Carles Duran exigieron la mejor versión de los amarillos. Sobre todo tras el descanso, cuando los visitantes, en un trabajo largo y arduo, culminaron la remontada con un triple de Van Rossom (50-51, m. 22). No le tembló la muñeca al Herbalife, que exhibió entonces la madurez que le han concedido los kilómetros tan bien recorridos por Europa. Cualquier equipo frágil se vendría abajo tras ceder hasta doce puntos de ventaja. Ocurre que el Granca tiene tablas, es fuerte mentalmente y se siente capaz de todo. Los amarillos hasta se permiten el lujo de lucir fondo de armario ante una de las plantillas más compensadas de la Liga Endesa, en la que faltaba Pau Ribas.

Surgieron así Sasu Salin con dos triples y Oriol Paulí para contagiar a la defensa y asistir a Tavares en el mate que cerró un parcial clave de 8-0. También apareció el debutante Aleks Maric, que hizo cinco faltas en siete minutos pero dejó un destello corriendo un contragolpe y anotando contra tabla. Ya en el último período, con la ventaja recuperada, el foco fue para protagonistas habituales: Kyle Kuric y Brad Newley. El escolta estadounidense metió doce puntos, todos ellos desde la línea de 6,75 metros, y el australiano hizo otros ocho puntos con dos triples. Cerraron con ello una brutal estadística de 15/30 en tiros de tres.

Hasta entonces el duelo estaba muy igualado. El Valencia despertó tras el 10-0 inicial, en el que cedió al ímpetu de Paulí y a una gran defensa de los amarillos. Van Rossom y Luke Harangody -25 puntos entre ambos al descanso- se colgaron los galones en los de Duran. Hacían sangre los dos desde la línea de tres mientras el Granca presumía de rotación larga con once efectivos jugando en el primer cuarto.

Se tradujo ese amplio vestuario en una intensidad descomunal en cada jugada y ciertas dudas en el juego interior. La entrada de Maric desplazaba a Kendall a su posición natural, pero los dos estuvieron perdidos. Salvaba la papeleta al Granca la inspiración de su juego exterior, pues entre Albert Oliver, Salin y Paulí sumaron al descanso 26 puntos. Un triple de Guillem Vives sobre la bocina para devolver uno de Oliver solo tres segundos antes resumía la primera mitad. Mandaba el Granca, pero el Valencia respondía (46-43, m. 20).

La virtud del Gran Canaria recayó en su resistencia a los mejores minutos del Valencia Basket. Se negaron los visitantes a entregar la cuchara y ya fuera con penetraciones de Lucic o con triples de Van Rossom se mantenían en el partido. En el tercer parcial, mientras se atiborraban por fueran Salin y por dentro Tavares, el Valencia exprimía las dudas del juego interior amarillo y no dejaba de sumar en la pintura, lo que le permitió llegar al último cuarto con vida (66-61, m. 30). Entonces aparecieron Kuric y Newley, que lanzaron al Granca y más aún cuando Duran puso una defensa en zona. El Herbalife está que muerde.

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