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Oriol Paulí intenta una bandeja ante la defensa de Alberto Corbacho.LOF

La ley del más fuerte

El Granca se mantuvo vivo hasta que en el último cuarto falló los siete triples que intentó

El peso y la muñeca de Bourousis, la velocidad y el salto de Mike James, el tiro y la inspiración de Fabien Causeur y la intensidad que contagia Perasovic. Fueron demasiadas armas para el Herbalife Gran Canaria, al que se le hizo largo el encuentro después de tres cuartos en los que dio la cara en la cancha de uno de los grandes de la Liga Endesa. Perdió el invicto el conjunto de Aíto García Reneses, pero demostró que está cerca de los mejores de la competición. Las tres victorias anteriores no fueron ningún espejismo.

Porque el conjunto claretiano dio tres respuestas de convicción durante el partido y solo los siete triples fallados en el último cuarto, además de las 17 pérdidas acumuladas, quebraron su resistencia. Pero hasta que Causeur clavó un triple a un minuto para el final del duelo el Granca tuvo mucho que decir en el Buesa Arena, en la pista de una potencia que este verano se ha reencontrado a base de talonario y con buen ojo en el mercado.

Pensaron los locales que lo tenían encarrilado cuando en el segundo cuarto el base Mike James exhibió su potencia para poner a los 13 minutos un 30-21. Y ahí llegó la primera respuesta amarilla con un 2+1 de Savané, un triple de Salin, una bandeja espectacular del finés y otro triple de Pangos para firmar un 0-11 de parcial que ponía en ventaja de nuevo a los amarillos, que salieron amenazando con un 3-10. Esa buena imagen ofensiva llegó mientras se mezclaba la defensa en zona con la individual para frenar la artillería local.

El foco en Bourousis

El reto era mayúsculo, tanto como Bourousis, la referencia interior baskonista que quiere redimirse de sus últimos meses en el Real Madrid, en los que apenas jugó. Lleva un inicio de temporada demoledor y la defensa que encargó Aíto fue colectiva. Alen Omic y Savané tenían la misión, en los aclarados, de mantenerle lejos de la pintura mientras llegaba alguna ayuda, y llegaron muchas. Rabaseda, Salin, Pangos... los exteriores amarillos se entrometían para incomodar al griego. Ocurre que sus recursos son ilimitados y, aunque bajo el aro sí pudo pararle el Granca, Bourousis presumió de visión de juego para dar tres asistencias y de muñeca para anotar dos triples y seis tiros libres sin fallo.

El heleno fue una constante durante todo el encuentro. No tanto Fabien Causeur, que no había aparecido hasta después del descanso. Si antes Mike James había liderado el despegue de los locales, en el tercer cuarto el francés fue quien puso la directa.

El Herbalife conseguía mantener a raya a los baskonistas desde el triple -3 de 15 al descanso-, pero entonces surgió Causeur. Con 13 puntos en un suspiro, nueve de ellos desde la línea de 6,75 metros, el francés guió a los suyos hacia una diferencia de ocho puntos (57-49, m. 29).

De nuevo contra las cuerdas, otra vez con el riesgo de irse del partido, el Gran Canaria se levantó. Es un púgil siempre activo, preparado para devolver cualquier puñetazo. Y lo firmó con un contragolpe de Pablo Aguilar, dos tiros libres de Salin y otros dos de Paulí, que luego aceleró con un tapón y un triple que resucitó a los amarillos para comenzar el último cuarto (59-55, m. 30).

Sin aire

Pero entonces al Herbalife le traicionó la puntería. El acierto en los triples -7/15 en los primeros treinta minutos-además del coraje era lo que mantenía con vida a los amarillos. Y se agotó en el último parcial, cuando el Gran Canaria falló los siete que intentó. Dos de Pangos, dos de Oliver, dos de Sasu Salin y uno de Paulí no encontraron el aro. Las fuerzas ya fallaban después de un gran esfuerzo y la extensa rotación de Aíto no se notaba porque Kuric no estaba, Newley jugó diez minutos lastimado y Rabaseda, clave en defensa, se cargó de faltas muy pronto. A eso hay que sumar que ni Pablo Aguilar ni Eulis Báez tuvieron su día.

Así, mientras al Granca se le acababa el gas por fuera y el Baskonia ganaba la batalla por dentro a pesar de un 2+1 de Omic agonizaban las opciones visitantes. Aún así, hubo tiempo para otro ataque de coraje después de un triple de Bourousis a un minuto del final que parecía cerrar el partido. Paulí cogió galones, voló sobre el griego y luego robó una pelota y asistió a Salin, pero otro triple de Causeur mató, ya sin remedio, al Granca.

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