Ruimán, salvador del Estrella

Sufrida victoria del Estrella ante el Tenisca. Un tanto de Ruimán a la media hora de la segunda parte dio justamente los puntos al cuadro de Juan Uva. No obstante, la escuadra de Santa Lucía acabaría pidiendo la hora. El primer cuarto de hora transcurrió sin ocasiones claras de gol. Luego, un remate de cabeza de Mati llevó peligro al portal visitante, pero Kilyan evitó el tanto. Los minutos pasaron con un tímido dominio local, pero sin oportunidades nítidas. Mientras, el cuadro palmero buscaba sorprender a la contra, pero sin conseguirlo.

Llamaba la atención por entonces la meticulosidad del colegiado, que casi no dejaba jugar. Esto perjudicaba sobre todo al Estrella, que veía interrumpido en su labor de construcción de juego.

Piti evitaría el 1-0 en otro acercamiento de los anfitriones en acción de Fabio. Los de Santa Lucía cada vez hacían más méritos para adelantarse en el marcador. A poco para el descanso, Vani, solo, remató de cabeza fuera. En esta acción, justo detrás del rematador estaba Fabio, que se encontraba en mejor disposición para el remate. Seguidamente, un tiro de Yeray no cogió puerta por muy poco.

Se llegó al descanso con 0-0 y con un Tenisca muy conservador, que únicamente creó algo de peligro en una acción de Omar en la que se le señaló fuera de juego, inexistente por otra parte.

Yael lo intentó a los pocos minutos de la reanudación. Y es que Estrella seguía llegando, pero sin claridad en el remate. La segunda mitad fue un monólogo de los sureños, pero sin suerte en el remate. Se le resistía el gol a los de Juan Uva.

Pero los anfitriones acabaron logrando ese gol por mediación de Ruimán, que no llevaba más que unos pocos minutos en el campo. Kilyan sacó el tiro de Fran y el balón dio en el larguero, pero el rechace lo aprovechó el local jugador local para firmar el 1-0 y hacer justicia a lo visto en la segunda mitad.

El Estrella buscó el 2-0 y el Tenisca, el tanto del empate. Esto provocó un final del partido ciertamente abierto. A medida que el choque se iba consumiendo, el cuadro palmero se volcó y el joven meta Roberto debió emplearse a fondo.