La Selección aprobó anoche con buena nota el examen ante Alemania, la actual campeona del mundo, en un partido amistoso disputado en Düsseldorf (1-1) que permite que ambos combinados mantenerse invictos en su camino al Mundial de Rusia de 2018.

El equipo de Julen Lopetegui suma y sigue tras su excelente fase de clasificación. La Roja no sólo sacó un buen resultado en territorio germano, sino que además se gustó durante una primera parte en la que fue la gran dominadora del choque. Tuvo más posesión y la sensación de recuperar la versión de antaño.

Con David Silva y Andrés Iniesta gobernando la medular, España hizo olvidar a Busquets durante algunas fases del partido. En la creación apareció un Isco fundamental, serpenteante y decidido en el uno contra uno. Fue el único que se atrevió a romper líneas del rival con desborde.

El malagueño dio fluidez a la Selección, que tardó muy poco en tomar la delantera en el marcador. Un pase exquisito de Iniesta cayó en pies de Rodrigo. El delantero del Valencia batió a Ter Stegen a los seis minutos.

El gol hizo reaccionar a Alemania, que no tiró a puerta hasta pasada la media hora. El primer lanzamiento, obra de Müller desde fuera del área, sorprendió a De Gea y colocó el 1-1 al descanso.

En la segunda mitad, la selección española perdió el control del partido cuando Lopetegui empezó a dar descanso a algunos de los titulares.

España lo siguió intentando y estuvo cerca Diego Costa en una acción en el corazón del área, pero no pudo anotar. Los de Low contestaron con un remate de Hummel al larguero y un lanzamiento desde la frontal que De Gea detuvo con seguridad.

No hubo mucho más en un partido en el que ambas selecciones firmaron la paz cuando ya quedaba poco tiempo. Ambos equipos siguen invictos -hasta el próximo martes- además de sumar un empate de mucho prestigio. Un resultado que añade motivos para seguir soñando. Los primeros, por recuperar el cetro de 2010 y los segundos por renovar la corona conseguida en Brasil hace cuatro años.