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La aventura de Agustín y Javier

La pareja, pionera en Canarias al hacer un medio maratón en silla convencional

La aventura de Agustín y Javier

En cuanto cruzaron la línea de meta y se pararon para coger resuello, tomar algo y empezar a reponer las sales y calorías quemadas por el camino, la pareja empezó a recibir felicitaciones, en una muestra sincera de la admiración que despertaba el tándem: Javier Cruz, con guantes, empujaba la silla de ruedas convencional de Agustín Andrés, que propulsa con uno de sus pies la silla. "Yo no corro para dar pena, corro por tener los mismos derechos que las personas sin discapacidad. Queda dar un pasito por la inclusión, por tener un reconocimiento pleno", cuenta Agustín.

A Javier Cruz y a Agustín Andrés, además de su profesión como funcionarios -el primero del Estado y el segundo del Gobierno de Canarias-, tienen un nexo de unión mucho más fuerte que un puesto de trabajo en la administración pública: el deporte. "Somos compañeros de club [Gente que entrena]. Nos conocimos en el 24 horas del Parque Romano hace un par de años. Repetimos el año pasado y me planteó el hecho de afrontar el medio maratón a principio de año. A mí el asfalto no me convence mucho, pero bueno, aquí estamos", sentencia Javier Cruz, que no se guardó ni una gota de sudor en el reto.

Y es que es la primera vez, "al menos que nosotros tengamos constancia", que se completa en Canarias un medio maratón. "Había hecho tres 10.000 anteriormente con una silla de ruedas convencional. Esto es una categoría reconocida por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad. Teníamos el reto de completarla y lo hemos logrado", cuenta exultante Agustín Andrés, un hombre que excelente. Doctor en derecho por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, su expediente académico es único: el mejor del centro.

El reto, además de completar los 21 kilómetros, era hacerlo por debajo de las dos horas e hicieron 1 hora y 52 minutos. "Agustín no da tregua, si ve que empiezo a bajar el nivel, el sabe apretarme", cuenta entre risas Javier Cruz, encargado de tirar por detrás de la silla y de dar dirección a un trazado complicado para una silla de ruedas de sus características. "Los baches, las alcantarillas, el asfalto en muchos tramos. Es mortal", resume Agustín.

El equipo ya se había estrenado en la carrera 'Ponle Freno' y la historia parece que seguirá su rumbo. Detrás de su cartel de 'conseguido' muchas horas y kilómetros en la Avenida Marítima. La constancia de entrenamientos, con horarios y situaciones que no siempre cuadraban, "La posibilidad de haberlo planteado y haberlo conseguido es lo que más nos congratula", prosigue Javier. Todo con un objetivo claro: empezar una era. "Queremos abrir un camino en el running al deporte adaptado", concluye Agustín.

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