La familia de la Vela latina canaria está de luto con el fallecimiento y la pérdida en el día de ayer de José Hernández Ceballos, conocido en el mundo del deporte vernáculo, como El Pelón. Con el último adiós de José Hernández, la vela latina canaria se queda huérfana de unos de los tripulantes históricos que destacó con su apuesta presencia en el puesto de murero en los botes Porteño, Minerva, Portuarios y Unión Arenales en la época dorada como fue la década de los setenta. Un puesto, el de murero, que como el de patrón era muy cotizado y dónde El Pelón destacó y adquirió prestigio en su bote más querido como era el Porteño. Su total dominio con la mura y con el paso de los años, la federación le otorgaba el premio al mejor murero.

Sus inicios como tantos otros de su generación en el mundo botero fueron en las aguas de La Puntilla (Las Canteras), y como de familia ligada a la vela latina, Juan y Tonilo Ceballos. Su tío Juan Ceballos, patrón del Porteño era el que le iba a dar sus primeros conocimientos como defenderse dentro de un casco.

Tras su retiro después de una dilatada trayectoria de más de tres décadas ligado al deporte vernáculo se le seguía viendo a lo largo del campo de regata a la que no se perdía una jornada para compartir con su hermano Chanin y con otros aficionados sus conocimientos como boteros al que también le transmitía a su sobrino David, tripulante del bote Puerto de la Luz. Siempre con su socarronería canaria dejaba muestra con sus innumerables anécdotas como tripulante. Desde estas líneas queremos dar el más sentido pésame a familiares, amigos y a los aficionados de la Vela latina canaria.