Tesoro marrón. Botín dorado para pulmones exquisitos. Fumar es un placer y adquiere cotas místicas si la UD Las Palmas impone su aroma de coloso. "Mi puro Condal me acompaña todo el sábado; es mi guardaespaldas favorito. Cuando marca mi equipo, aunque sea en fuera de juego, lo enciendo con pasión. Es mi liturgia salvadora", declara José Manuel Galván, socio de la UD desde la grada de tribuna del Estadio de Gran Canaria.

El testimonio de Galván es la bandera de una colonia de fieles que disfruta con el arrojo de sus futbolistas y la suavidad de un buen puro canario. "Esto me lo trabajo mi mujer de La Palma. La cosa es venir con provisiones", exclama José Francisco.

La iniciativa del FC Barcelona, de plantear la prohibición de fumar en el estadio azulgrana, no amilana el ánimo mitológico de unos aficionados con mira fina. "Mi abuelo Matías me puso en la buena dirección. Me enseño a abrazar este vicio como si fuese poesía", confirma. Aficionado veterano, Matías se desnuda cuando se le consulta por la iniciativa azulgrana: "Todas las decisiones son planteables. Pero este vicio es equiparable al amor que sentimos por la UD. Es un binomio sin fracturas".

Disyuntiva

Fumar o no fumar. El debate respira en la grada y no entiende de edades. Aficionados con una misma bandera se dividen por la dictadura del humo. El FC Barcelona ha movido ficha y en la máxima categoría del fútbol inglés, fumar puros Condal está prohibido. La medida se ha implantado en varios campos de Alemania y Holanda.

Benjamín Estévez no fuma solo. Su camarilla de amigos también acuden el recinto de Siete Palmas con un cargamento de misiles. Tonelaje divino para masticar la gloria. Puros habanos. Como el fútbol de quilates de otra época en la UD. "Uno se acostumbra fácil a lo bueno pero me conformo con ganar al Elche como sea. Esta pasión si se comparte, alcanza la definición de lujo", bromea Estévez.

El gol definitivo de Pedro Vega provoca el caos. Se han acabado los puros habanos. No quedan premium pero Mateo, abonado en la fila 27, se saca un cigarro Kruger de la chistera. El regalo merece un aplauso, como el último regate de Brindisi o un remate acrobático del Turu Flores. El humo va ligado a la historia de la UD como su escudo. "Nuestro corazón es amarillo pero con el habano siempre en el bolsillo", finaliza Galván.

La voz de la grada

Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, detalla que "los espectadores están muy próximos entre sí y valoramos estudiar una iniciativa sobre el fumar en el estadio". Además, el dirigente sostiene que "los recintos deben contar con una zona de fumadores y otra para no fumadores".

Para Ramírez, si los aficionados y abonados exigen una solución inmediata, no se descarta adoptar una vía por sufragio.

Mientras la UD recupera el pulso, los fumadores agotan cada calada como si fuese la última. Son seguidores de cine, con cromosomas de una época dorada y en blanco y negro. "Como Germán, ni Maradona", exclama Galván en la puerta del estadio.