El San Fernando se coloca como líder del subgrupo grancanario de la Tercera División al doblegar a un Lanzarote, que continúa sin puntuar (1-0). Un solitario tanto de Fuli, en la primera mitad, dio la tercera victoria del curso al conjunto de Tino Déniz. El cuadro conejero, que sigue sin arrancar en este arranque liguero, comparte la última plaza de la tabla clasificatoria con el Arucas.

Nada más iniciarse la contienda, el San Fernando avisó de sus intenciones con un potente tiro de Pedro, que se marchó rozando la escuadra. Antes del cuarto de hora, los de Tino Déniz volvieron a gozar de un buen acercamiento con un remate en el área pequeña, que obligó al cancerbero lanzaroteño a despejar el esférico a córner.

El equipo de Josu Uribe replicó con un peligroso córner ejecutado por Ayoze Pérez, pero sus compañeros no fueron capaces de aprovechar la salida en falso del portero local David Álamo. Al filo del cuarto de hora, el San Fernando consiguió el que a la postre fue el tanto de la victoria, por mediación de Fuli, quien cabeceó a la red un centro de Alejo desde banda.

El Lanzarote buscó la igualada con un remate de Ayoze, que se marchó roznado el poste izquierdo de la portería del equipo de Maspalomas. En el minuto 39, Betancor tuvo el segundo tanto con un remate, tras centro de Andrés, que se fue por encima del travesaño. Antes del descanso, el propio Betancor vio como el guardameta Ruymán le desbarataba, con una buena parada, una clara acción que estuvo cerca llevar, de nuevo, el júbilo a las gradas del recinto del San Fernando.

Tras la reanudación, el Lanzarote fue el absoluto dominador del segundo tiempo, aunque sin profundidad en los metros finales para traducir su buen juego en claras oportunidades de gol. A poco de arrancar el segundo período, los conejeros estuvieron cerca de poner las tablas con un remate a bocajarro de Miguel Gómez, que el meta David Álamo lo despejó a córner con muchos apuros.

En la recta decisiva de la contienda, el Lanzarote reclamó penalti en una jugada que no aprovechó Ayoze Pérez, tras una falta peligrosa, y que terminó rechazando con poderío la zaga de Maspalomas.