Polémica en el calcio

Un nuevo escándalo de apuestas clandestinas agita el fútbol italiano

Al menos tres jugadores transalpinos están siendo investigados por su presunta participación en una trama que podría involucrar a otras 30 personas

Fagioli (Juventus), Tonali (Newcastle) y Zaniolo (Aston Villa) son los primeros implicados

Zaniolo y Tonali, en un entrenamiento de la selección italiana.

Zaniolo y Tonali, en un entrenamiento de la selección italiana. / EP

Irene Savio

La montaña rusa de las triquiñielas de fútbol italiano ha vuelto a estallar. Esta vez, el asunto tiene que ver con diversos futbolistas de la Serie A que están siendo investigados por su presunta participación en una presunta red de apuestas clandestinas. El caso aún es confuso pero hay al menos tres jugadores italianos en el ojo del huracán: el conocido mediocampista de la Juventus Nicolò Fagioli, el defensa del Newcastle Sandro Tonali, y el jugador de la Roma cedido este verano al Aston Villa Nicolò Zaniolo. Todos ellos están siendo indagados por las autoridades deportivas italianas, por una trama en la que, según la prensa local, podrían estar involucradas también otras 30 personas. 

El nuevo escándalo, que este lunes seguía acaparando gran atención de los medios de comunicación italianos y suscitando infinitas polémicas entre los observadores, se filtró primero a finales de la semana pasada, después de que Tonali y Zaniolo abandonaran repentinamente unas instalaciones de la sección italiana en la que se encontraban entrenando para un partido del campeonato europeo. El contexto: la policía había ido hasta allí para interrogarles y acabó secuestrándoles los teléfonos y las tabletas. Eso mismo también le pasó a Fagioli, de acuerdo con los medios italianos.

La acusación es bastante grave. Según el artículo 24 del reglamento de la FIGC (Federaciones Giuoco Calcio), los jugadores profesionales tienen prohibido apostar sobre encuentros de la FIGC, de la UEFA y de la FIFA. Por eso, de probarse, podrían ser condenados hasta a tres años de inhabilitación y una multa de 25.000 euros. Por supuesto, sus carreras también estarían en serio riesgo de acabar.

Ludopatía

Algo que tiene opciones de ocurrir, al menos en el caso de Tonali y Fagioli. De hecho, el primero ha confesado que tiene un serio problema de ludopatía y ha empezado a curarse. Tonali también ha dicho que se ha puesto a disposición de la FIGC para protagonizar una campaña en contra de este trastorno. En cambio, según el diario italiano La Repubblica, Fagioli ha confesado a los fiscales turineses de la FIGC que Tonali le ayudó a instalar en su teléfono una aplicación con la que pudo apostar. 

De ahí que, para ambos, tanto una futura participación en la selección, como en la Eurocopa (si Italia se clasifica), parece bastante difícil. Menos detalles se conocen, en cambio, de Zaniolo, que ha negado estar involucrado en el escándalo. 

Aún así, de acuerdo con medios locales, en principio los que corren todo riesgo son solo ellos, y no sus respectivos clubs. Aunque podrían también verse afectadas también otras personas, como sus compañeros de equipo, si se prueba que sabían de estas apuestas y no las denunciaron. En este caso, se enfrentarían a una multa "no inferior a los 15.000 euros” e inhabilitación "no inferior a los seis meses". 

El apoyo de Ancelotti

De hecho, algunos personajes conocidos del deporte italiano han cerrado filas con el calcio. Uno de ellos ha sido el italiano Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid. "Fue un grave descuido por parte de los jugadores que han caído en este sistema de juego y necesitan ser tratados. A nivel científico, la ludopatía es una enfermedad", afirmó en el programa de radio 'Radio Anch'io Sport’.

"Dicho esto, para mí es un descuido individual e implicar a todo el fútbol italiano me parece un poco exagerado", añadió Ancelotti, quien también defendió al conjunto de los futbolistas. "La mayoría de ellos [los futbolistas] son jóvenes serios, profesionales, que saben muy bien qué reglas deben respetar", señaló. Un gravísimo escándalo italiano de apuestas clandestinas ocurrió en 1982, cuando incluso fue salpicado un entonces muy conocido director deportivo, Luciano Moggi.