Esta fotografía nos lleva a Esperando a Godot, de Samuel Beckett. El quebrantahuesos nos mira con el ojo del poeta irlandés y con dignidad de papa, como en el retrato velazqueño de Inocencio X.

Se trata de un buitre al que llaman barbado o de las ovejas, en grave peligro de extinción en Europa, reintroducido en España con ejemplares de los Pirineos.

Este quebrantahuesos adulto fue fotografiado por el español Antonio Vázquez el 6 marzo de 2016 en el prepirineo, después de una nevada primaveral copiosa y el retrato forma parte de una selección de las 100 fotografías que mejor cuentan el siglo de historia que cumple la popular marca japonesa Nikon.

El título - Esperando durante 25 años- sugiere la importancia que tenía la fotografía para el autor antes del reconocimiento que se ha dado a su captura.

"Tardé el tiempo que llevo como profesional en hacer esa foto porque necesitas que se ponga a seis metros de distancia y no es fácil porque mantienen una distancia de seguridad superior".

Antonio Vázquez consiguió finalmente ese acercamiento buscando los huesos que le había puesto para comer el día anterior. Recuperó algunos debajo de la nieve y los acercó adonde él estaba escondido.

Los quebrantahuesos no encontraban comida en otro sitio y se acercaron a donde estaba. "Cuando disparé la primera ráfaga de fotografías, el animal escuchó el ruido de la cámara y se alejó poco a poco de la zona, pero aquel momento fue único para mí".

Un retrato vazqueño.