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Entrevista | Ernesto Ekaizer

"El 'crispavirus' no mató al gobierno, pero Sánchez e Iglesias no tienen inmunidad"

El periodista y escritor apunta que "ahora tenemos una perspectiva más clara sobre la decisión de abdicar anunciada por Juan Carlos I el 2 dejunio de 2014"

El periodista Ernesto Ekaizer, en su domicilio. LP/DLP

Ernesto Ekaizer (Buenos Aires, 1949), describe en El crispavirus. Crónica de la conspiración (Espasa), la reedición de un ciclo de la historia política contemporánea de España. Con la maestría que le caracteriza y la experiencia de su dilatada carrera periodística -que ejerce desde hace treinta años en España y que le llevó a ser director del diario económico Cinco Días y a trabajar para los principales diarios nacionales- Ekaizer describe en El crispavirus el mecanismo ya usado de la "polarización extrema".

En El crispavirus condensa la actualidad española de los últimos meses y, entre sus conclusiones, afirma que la política de la conspiración permanece. ¿Tan seguro está?El crispavirus

La 'política de conspiración permanente' o, para ser más precisos, la 'crispación de estado permanente' es un ciclo de la política española que se repite. Este ciclo ahora consiste en que la debilidad parlamentaria del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos es el germen de una ilusión inicial en la derecha, a saber, que las inevitables contradicciones internas provocarán su autodestrucción a corto plazo. El covid-19, es decir, la devastación en términos de vidas humanas y lo que podríamos llamar el crash, o la crisis económica y social desatada, alimentaron todavía más esa ilusión...

-¡¿La legislatura llegará a su término?

-El plan de 'desensillar' a Pedro Sánchez, al que se apuntó la derecha en todos los ámbitos de poder, ha fracasado. Superada esta primera fase, perdido lo que los anglosajones llaman 'el momentum', el Gobierno puede aspirar con mayor realismo a recorrer buena parte de la XIV Legislatura.

¿La crisis del covid ha servido para fortalecer el pacto PSOE-Unidas Podemos?

Se podría pensar que sí. La relación 'profesional' de poder entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha pasado por un bautismo de fuego. Todos los esfuerzos de la oposición política y mediática han estado dirigidos a expulsar del Gobierno a Iglesias. Y no lograron su objetivo. Ahora el Gobierno tiene una tarea mucho más concreta que la asumida genéricamente al empezar a gobernar: la reconstrucción o, si usted prefiere, 'el reseteo' de España. La campaña contra Iglesias sigue ahora en el plano judicial. Lo que decíamos: la conspiración permanente.

Dice usted que Pedro Sánchez ha tenido que hacer frente a dos patógenos al mismo tiempo: el coronavirus y el crispavirus. ¿Cuál se combatirá antes?

Ambos patógenos están ahí para resistir y hemos visto que se retroalimentan. Hasta cierto punto, si me permite seguir con la analogía, se puede asumir que el crispavirus ya no puede matar al Gobierno. No es que Sánchez e Iglesias hayan adquirido inmunidad total. No la tienen. Pero han logrado superar una primera y potente oleada.

El covid-19 ha llegado para quedarse durante una larga temporada.

Por tanto, sí, ambos patógenos siguen en escena, pero con menor fuerza destructiva. No creo que supongan una amenaza para el Gobierno como tal.

¿Se va a romper España?

No. España, si acaso, es como 'el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie' ¿le suena?

A canción. Son dos estrofas de Resistiré, la canción del Dúo Dinámico que animó el confinamiento. ¿Aguantará la monarquía los escándalos que rodean al Rey emérito?Resistiré

Ahora tenemos una perspectiva más clara sobre la decisión estratégica de abdicar anunciada por Juan Carlos I el 2 de junio de 2014. Es decir: hizo mutis por el foro por muchísimo más que el 'caso Nóos' de Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina, que también. No lo puede decir mejor Dante Canonica, su abogado suizo y secretario de la fundación panameña Lucum.

¿Qué dice Canonica?

Que Juan Carlos I sabía en 2012 que sus cuentas bancarias helvéticas eran una 'bomba de relojería'. Juan Carlos I quería que la monarquía continuara. Su abdicación fue el precio de sus aventuras financieras y amorosas.

¿Le parece adecuada la postura de Felipe VI respecto a su padre?

Ha aprendido la lección de su padre. Juan Carlos I hizo lo mismo respecto a Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina: erigir un cordón sanitario. Como dice George Clooney en los anuncios tan exitosos de Nespresso: "What else?" Qué otra cosa puede hacer. Balzac lo tiene dicho: uno sale de un asunto feo como puede. Y claro, cuando recuerdas que después de cazar elefantes en Botsuana en abril de 2012, mientras España se hundía y el euro estaba en peligro, Juan Carlos I se disculpa y dice: "Lo siento mucho, me he equivocado" y lo confrontas con el hecho que ahora conocemos, es decir, que después de ingresar 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) en su cuenta suiza en 2008 va retirando cada mes una media de 100.000 euros hasta 2012, todo ello sin declarar a Hacienda, ¿cómo se te queda el cuerpo?

¿Le parece correcto que ni el Presidente ni el vicepresidente hayan ido al funeral por los fallecidos de covid?

La vicepresidenta Carmen Calvo es la encargada en el Ejecutivo de las relaciones con la Iglesia católica y quien ha estado al corriente de la preparación. El pasado 24 de junio se reunió con el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. Y ha asistido al funeral. Es decir, el Gobierno ha hecho acto de presencia. Son cosas que pasan en un estado aconfesional.

¿Qué piensa que había en las cuarenta maletas que llegaron de Caracas en el avión que también trajo a Delcy Rodríguez, la vicepresidenta venezolana?

Es un capítulo del libro, el Delcygate. Su pregunta me suena... no sé...

Diga, diga...

A Alí Babá? ¿De verdad cree usted que en las cuarenta maletas, que no sé si eran de verdad cuarenta, había oro para ser fundido en Estambul, la antigua Constantinopla. Turquía, mira por dónde, no está lejos de Persia, donde transcurre Alí Baba....

España se encuentra, a su juicio, en un ciclo de polarización extrema, esta vez sin terrorismo asesino, pero con terrorismo verbal. ¿Cómo se sale de esa espiral?

Es una buena pregunta. No pontifiquemos. Hay algunos partidos que han comprendido ese refrán tan español de 'a la fuerza ahorcan'. Es el caso de Inés Arrimadas y el 'nuevo' Ciudadanos, post Albert Rivera. Se sale, pues, aprendiendo a jugar a la democracia parlamentaria.

¿Europa será la salvación, o pasará una factura demasiado alta?

Europa no es la salvación. Ya se ha visto hace dos jueves. Cuando se trata de sustituir a Mario Centeno, el ministro de Finanzas portugués, que renunció a la presidencia del Eurogrupo, y Nadia Calviño, es decir, España, pierde porque un país da marcha atrás y no cumple con su promesa de dar el décimo voto que necesitaba la ministra de Economía española. A la Eurozona hay que ponerle límites. Si no te arrasan. En 2012 Rajoy hizo un autorrescate porque no había 400.000 millones de euros para meter en España. Y ahora el PP nos vende que Sánchez se someterá a un rescate. No habrá rescate. Porque ahora la receta no es la austeridad.

Pedro Sánchez dice que no pactará con el PP. ¿Qué le parece?

Y Pablo Casado dice que pactará con Pedro Sánchez si se hace el harakiri y abandona todo lo que está haciendo ¿Qué le parece? Pero algunas cosas, ya lo verá, se van a pactar. Por cierto, la Constitución obliga -eso no es opcional- a renovar los órganos institucionales: Tribunal Constitucional (TC) y Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

¿Los recortes de libertades impuestos por el pasado estado de alarma son un riesgo para la democracia?

No me haga reír. El PP y Vox han armado una conspiración por la aplicación del estado de alarma como estado de excepción. Y los partidos nacionalistas, desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV) a los independentistas catalanes (PDeCAT y Esquerra Republicana de Catalunya) han denunciado la 'recentralización'. Una exfiscal general del Estado ha escrito que España vive en un estado de excepción sin control interno y europeo. Vamos. Sabe lo que le digo, la ley de estados de alarma, excepción y de sitio podía haberse aplicado el 31 de enero de 2020, al día siguiente de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el estado de emergencia internacional. Porque esta ley solo exige la epidemia. No es necesaria la pandemia que la OMS declaró el 11 de marzo de 2020.

Valore la victoria de Alberto Núñez Feijóo en Galicia.

La cuarta mayoría absoluta de Feijóo es relevante porque aspira a representar en el PP un estilo distinto al de Casado. Pero si Feijóo quiere de verdad este estilo debería conseguir que el PP, por ejemplo, desbloquee la renovación de cuatro magistrados del Tribunal Constitucional y la renovación completa de un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), caducado desde diciembre de 2018. Es una obligación constitucional y el PP, que tiene mayoría en ambas instituciones, está bloqueando la renovación.

Victoria de Urkullu.

Ha sido la crónica de un triunfo electoral anunciado pero ha tenido lugar con una abstención elevada, habida cuenta de los rebrotes del virus.

Ascenso del BNG y Bildu en Galicia y Euskadi.

Los 310.137 votos obtenidos por el BNG y los 248.688 votos conseguidos por EH Bildu son la nota sobresaliente de ambos comicios. Es decir: lo que llamaría el fortalecimiento de las fuerzas centrífugas en ambas comunidades autónomas, que, también se suman a la "centrifugación" en Cataluña, que celebrará elecciones a finales de 2020 o primeros de 2021. Ambas fuerzas soberanistas capitalizan la crisis de Unidas Podemos, producto no tanto, creo, de la participación de esta fuerza en el Gobierno de coalición sino de su propia y larga crisis interna.

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