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El remanso palmero de AFRODITA

Tijarafe, en La Palma, presume de la monumental obra de Luis Morera Mirador del Universo, un observatorio natural a más de 1000 metros de altitud donde ha recreado el cosmos y seres mitológicos con cerámica

Un escorpión sobre la diosa Afrodita, que descansa mecida en la luna. (L)

Como si se tratase de un espejo de más de 400 metros cuadrados de superficie donde se reflejara el majestuoso cielo de La Palma, el artista Luis Morera y su equipo han concluido en los montes de Tijarafe la primera fase de un delicado capricho en forma de mosaico llamado a convertirse en uno de los emblemas de la Isla. Se llama Mirador del Universo, se encuentra a unos 1200 metros de altitud y además de ser ya de por sí una joya artística de visita obligada posibilitará a los isleños y los turistas disfrutar en un marco y unas condiciones únicas de la impresionante belleza de la bóveda celeste palmera, la única isla canaria con una Ley del cielo para impedir la contaminación lumínica y así no perturbar los trabajos de los científicos en los telescopios del Roque de los Muchachos. “Mi idea es que los vecinos y las vecinas conozcan y valoren también una de las enormes riquezas de nuestra tierra; se conoce La Palma como Isla Bonita pero a eso también hay que sumarle sus bonitos cielos”, explica el líder de Taburiente, que lleva dos años trabajando en esa intervención monumental donde este artista total plasma muchas de sus habituales referencias creativas y culturales.

El Mirador del Universo se ubica en la zona del Pinar, un llano entre los barrancos de El Jurado y Los Gomeros con una imponente riqueza natural y paisajística

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Dicen que la voz de Luis Morera es tierra cavernosa; agua corriendo por acequias, bramido de litoral y ave que sobrevuela el azul canario. Ahora, con la finalización de la primera fase del Mirador del Universo, habrá que añadir a la descripción de este peculiar artista palmero el adjetivo de cósmico tras concluirse la imponente plaza con fuente central en cuyo piso conviven estrellas y planetas con animales y dioses de la mitología griega como Afrodita, Ganimedes, Zeus o Hera a escala monumental y realizadas con fragmentos de cerámica.

“La sensación es tan especial que los turistas y visitantes cuando llegan no saben si quitarse los zapatos para poder caminar por encima de los mosaicos o dejárselos puestos”, cuenta divertido Luis Morera con esa ilusión que le caracteriza, la misma que le ha permitido pivotar entre su trabajo en el mirador y sus numerosos compromisos musicales “aunque en el caso de la entrevista”, recomienda al periodista educadamente, “vamos a centrarnos más en mi faceta pictórica y en las intervenciones paisajística”, actividades en las cuales Morera goza de fama –sus cuadros son muy cotizados- y le han llevado en varias ocasiones a crear obras de dimensiones considerables como es el caso de la Plaza de la Glorieta, en Las Manchas, o el Jardín Botánico, en Los Llanos de Aridane.

Morera contó con la complicidad de la familia de Juan Cavallé, dueña del terreno, y la excelente labor del joven artista palmero Nathan Teutsch

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El Mirador del Universo se ubica en la zona conocida como El Pinar, un llano entre los barrancos de El Jurado y Los Gomeros, cerca de una carretera muy transitada y de una riqueza natural enorme. Cedido por la familia de Juan Cavallé, con quien Morera ideó decenas de supuestos para esa parcela, se encuentra en el noroeste de La Palma y frente a este pedazo de tierra sólo existe la inmensidad del atlántico y el firmamento envolviéndolo todo, lo que lo convierte en un observatorio ideal para observar el cielo sin contaminación externa al encontrarse a más de 1000 metros de altura en un territorio que está considerado por su altitud y superficie como una de las islas más elevadas del mundo.

Con predominio del azul índico junto a cerámica de otros colores también troceada, la belleza del cielo palmero tiene su competencia en la superficie plana e irregular donde se ubica este pedazo del cosmos en la tierra creado por el intérprete de A la caldera o La quinta verde, que estará presidido en su eje central por un globo dorado, la denominada Fuente del Sol; y en un lateral tendrá la Fuente de la Luna, rodeada de tajinastes rosas y azules –“todo flora autóctona”, matiza Luis-. En el lateral que da hacia el camino se ha fabricado un cerramiento con elementos de forja artística e inspiración cósmica, acorde con el resto de la intervención, que fue financiada por las Autoridades de la Isla.

En una superficie de 400 metros cuadrados el líder de Taburiente y su equipo han dibujado en enormes mosaicos a los dioses Ganímedes, Heras y Zeus

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Además el Mirador del Universo cuenta con “una plataforma para la contemplación”, dice Morera, a modo de banco de unos 8 metros –“ideal para acoger a dos familias”, añade-, que abrirá la vista a los atardeceres sobre el mar y a la cumbre entre los imponentes pinares. Los visitantes como compañeros de dicha experiencia tienen a los diferentes dibujos de inspiración mitológica que recuperan la técnica de mosaicos fraccionados “como vemos en los restos romanos y griegos que siguen hoy intactos en algunos casos; muy en la línea también del uso que hace menos tiempo también le daba Antoni Gaudí” a este elemento en principio vulgar o corriente que, sin embargo, bien empleado logra el fabuloso efecto alcanzado por Luis Morera y su equipo, entre los cuales destaca especialmente el joven artista palmero Nathan Teutsch, director artístico del proyecto. “Es una gran promesa de la isla”, reconoce orgulloso Luis Morera.

El entorno, en la línea habitual de la respetuosa defensa a la identidad canaria del cantante, compositor, escultor y pintor, verá crecer ejemplares de numerosas especies vegetales autóctonas.

“Ha sido duro”, cuenta ahora Morera cuando se le pide que explique cómo ha sido el proceso para sacar adelante esta obra. Lo primero, tras la cesión del terreno “por mi amigo Juan Cavallé, siempre sensible”, dice el artista, Luis vio que pese al apoyo incondicional del Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento de Tijarafe “las obras tenían que salir a concurso: yo pensaba que eso era más sencillo y podía elegir a mi equipo, como hacía César Manrique pero claro, aquellos eran otros tiempos”.

"Cuando uno presenta un trabajo así, la política por lo general se asusta y lo mide todo en clave de tiempo, deshojando el calendario, pero pienso que a medida que la obra fue creciendo todos se dieron cuenta que este proyecto merece la pena”, rememora el palmero.

Tras salir a concurso la obra, fue una empresa de construcción palmera la adjudicataria, mano de obra isleña que se formó casi in situ y de la mano de Luis Morera y Nathan Teutsch en El Pinar de Tijarafe, un grupo de privilegiados testigos de cómo Morera se sentaba en el piso a pintar a lápiz (lo que luego habría que recrear al detalle con cerámica) cuando aquello era una espantosa superficie de cemento.

Fueron dos años de trabajo al aire libre soportando en invierno lluvia y diez grados de temperatura y en verano más de 40, metidos bajo carpas en un lento proceso creativo, “casi interminable”, reconoce Luis Morera, de cuyo resultado final admite estar sumamente satisfecho “visto ahora cómo ha quedado todo”.

Juan Cavallé, representante de la familia donante del terreno conocido como El Pinar, en el municipio de Tijarafe, explicaba al periódico El Día cómo junto a Luis Morera había imaginado muchísimas cosas para aquella zona. "Mantuvimos un sinfín de reuniones, ideamos planes imaginarios y hace mucho tiempo surgió la idea de crear una obra singular en Tijarafe. Por diversas razones no se llevó a cabo y nos quedamos con esa gran frustración de estar a punto de iniciar algo y tener que pararlo en seco". Entonces le propuso al Cabildo de La Palma la idea de donar un terreno para acoger esta actuación singular, "uno de los sueños que habíamos tenido, iniciativa que fue aprobada finalmente por unanimidad y de forma inmediata, porque sorprendió". Aquello se convirtió en "un sueño hecho realidad". Cavallé insiste en el valor del Mirador del Universo, "en la continuidad, en todo las cosas que van a venir después, en las posibilidades que van a surgir a partir de aquí". La Palma siempre se ha traducido "de una forma muy pragmática y no se ha hecho demasiado hincapié en sus posibilidades estéticas. Creo que ha llegado el momento de fijarnos en esa vertiente y aprovecharla, de crear una industria turística a partir de iniciativas de este tipo", confiesa.

“Me alegra mucho que se haga este reportaje sobre el Mirador del Universo porque me gustaría que en otras islas del Archipiélago pudiéramos hacer cosas similares que marquen la diferencia de la mediocridad que ofrecen otros lugares y que Canarias no debe imitar”, concluye este palmero único. Cola de lagartija, nervio de la caverna, callao y tierra. Cósmico Luis Morera.

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