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EL ROBO MÁS LARGO

Larga vida al fenómeno mundial

‘La Casa de Papel’ llega a su fin con el anuncio de un ‘spin off’ sobre Berlín, uno de los personajes de la serie | La actriz Mari Carmen Sánchez, Paquita en la ficción, define como «apasionante» su experiencia en esta exitosa producción

'La casa de papel'.

«Nunca en mi carrera rodé algo con tantos disparos y explosiones. Sin duda ha sido apasionante». La actriz Mari Carmen Sánchez, gaditana residente en Gran Canaria que interpreta a Paquita en el fenómeno televisivo La Casa de Papel relata, cuando se acaban de estrenar los cinco últimos episodios de la serie en Netflix el pasado viernes, cómo fue trabajar en la superproducción española más importante de todos los tiempos, que arrasa en Francia, Alemania, Canadá, Brasil, India, Estados Unidos, Corea del Sur, Italia o Japón, entre otros países, cuyos protagonistas alcanzaron inesperadamente fama global después de que la ficción fuera estrenada sin pena ni gloria en 2017 en España por Antena 3, una situación que cambió radicalmente meses más tarde tras su adquisición por la plataforma de streaming para su catálogo internacional, una emisión que inmediatamente convirtió La Casa de Papel en un éxito mundial seguido actualmente por más de 65 millones de espectadores en todo el planeta. Una masa de seguidores que, por cierto, este martes habrá dormido más tranquila al saber que en 2023 llega un spin off basado en el personaje de Berlín, rol que defiende Pedro Alonso.

Mari Carmen Sánchez y Úrsula Corberó, en ‘La Casa de Papel’.

«Nada se deja a la improvisación, de hecho», recuerda la intérprete, «todo está medido milimétricamente». Sánchez, que ha trabajado en producciones televisivas como El tiempo entre costuras, El secreto de Puente Viejo, Hierro o, recientemente, La Fortuna, dirigida por Alejandro Amenábar, además de haber participado en el largometraje Julieta, de Pedro Almodóvar, confiesa que La Casa de Papel es, junto a la adaptación de la novela de Lola Dueñas para la pequeña pantalla, «el proyecto más ambicioso al que me he enfrentado», dice la actriz.

«Quizá no sea lo más correcto describir así el rodaje de La Casa de Papel pero creo que se ha grabado de una manera muy a la americana; muy al grano y calculado todo, con un equipo técnico enorme», confiesa sobre esta serie que, según fuentes del sector audiovisual, ha contado con un presupuesto de cinco millones de euros para cada una de sus tres últimas temporadas, nada que ver con los 10 que, por ejemplo, presume tener de presupuesto La que se avecina. «Creo que el éxito de La Casa de Papel radica en que se trata de una historia completísima y muy diferente a lo que se hace habitualmente», dice Sánchez, que grabó varios episodios tras dos castings. «Me sentí muy a gusto con el equipo tanto por parte de Vancouver, la productora, como por el resto del elenco», añade la intérprete que no puede ser más clara al respecto: «Nos trataron de puta madre».

Sobre el éxito de la serie y, sobre todo, el alcanzado por los protagonistas, Sánchez dice que «es asombroso». No duda en admitir que «algunos están superados ante la avalancha de fans», añade sobre el impacto personal que suponen los millones de seguidores con los que cuentan desde Úrsula Corbero a Álvaro Morte pasando por Miguel Herrán, Jaime Lorente o Alba Flores, una intérprete que antes de hacer de Nairobi en la serie de Netflix ya había coincidido con Mari Carmen Sánchez en El tiempo entre costuras.

«Es una mujer fabulosa y haber coincidido con ella de nuevo fue una alegría; se merece todo», dice no sólo refiriéndose a la parte personal sino también a la profesional —quien haya visto las tres últimas temporadas sabrá a qué nos referimos—. «Grabamos bastantes escenas juntas», cuenta sobre uno de los personajes más queridos de La Casa de Papel. «También coincidí con Enrique Arce en El tiempo entre costura donde tenía otro papel de tío desagradable cuando es un encanto de persona», bromea Mari Carmen Sánchez que no pasa de largo sobre cómo fue, al menos en su caso, grabar pocas semanas después de que se levantara el confinamiento en 2020.

«Creo que somos las personas que más PCR se han hecho en el mundo», reconoce la actriz sobre la cantidad de pruebas a las que se sometió todo el equipo «a lo largo de la grabación de la tercera temporada, que se llevó a cabo cumpliendo a rajatabla las medidas de precaución». Eso, sin embargo, no impidió que saltase algún caso sospechoso «al tratarse», admite, «de un equipo técnico tan numeroso», aunque al final todo quedara sólo en un susto.

Sánchez, asimismo, dice que no olvidará jamás la primera impresión que tuvo cuando llegó al plató de Tres Cantos, en Madrid, donde se filmaron las escenas del recibidor del Banco de España, junto a la ya mítica escalera. «El trabajo de arte es una cosa espectacular en esta serie», confiesa sobre la labor de Abdón Alcañiz y su equipo, que han logrado calcar hasta el más pequeño detalle en la copia construida en uno de los dos platos donde se ha grabado la serie de Netflix.

Sobre el final de la serie tras 41 episodios, la crítica hasta el momento está siendo bastante benévola calificando el final como «el mejor posible». Y Mari Carmen Sánchez, Paquita en La Casa de Papel, no lo duda «porque siempre son unas tramas que te cagas», concluye.

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