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La atención médica en el desastre de Annual

La primera enfermera en un vuelo sanitario

Elvira López Mourín formó parte del equipo médico que atendió a los soldados en la guerra de Marruecos y se subió a un avión pese a que en España las mujeres tenían prohibido viajar en aeronaves bélicas [] En noviembre se cumple el centenario de aquella heroica hazaña

Sello de Correos en homenaje a la hazaña de Elvira López Mourín en 2022; la estampa se emitió en 2020, Año Internacional de las Enfermeras. (L) | LP/DLP

El desastre de Annual en el año 1921 desencadenó una reacción decidida por parte del Gobierno español para acabar con este conflicto armado, que estaba suponiendo una gran pérdida de vidas y recursos para el país. Esta reacción se materializó con un aumento de los efectivos militares, adquisición de nuevo material y, en el ámbito sanitario, una mayor implicación de la Cruz Roja Española en la atención y traslado de los heridos.

Las cinco enfermeras profesionales de la primera promoción del hospital de la Cruz Roja de San José y Santa Adela.

Durante la tarde del día 1 de noviembre de 1922 una columna de tropas españolas sufrió un ataque inesperado en la posición de Tizzi Azza, en la zona este del Protectorado. Este cruento combate produjo 366 heridos que fueron trasladados al cercano campamento de Dar Drius. Durante aquellos días, en este campamento había una falta de personal sanitario que propició que el Estado Mayor del general Burguete ordenase despegar inmediatamente a dos aviones de este campamento con destino a Melilla para trasladar un equipo quirúrgico. Los aviones llegaron al aeródromo de Nador (Melilla) a las 22:00 horas e inmediatamente se preparó un tercer avión para poder transportar el equipo quirúrgico junto con todo su material. Esta iba a ser la primera vez que se iban a utilizar aviones en España para un transporte sanitario.

El equipo quirúrgico alertado en Melilla fue el del comandante médico Dr. Víctor Manuel Nogueras. Gracias a la presencia de la duquesa de la Victoria se realizaron los preparativos rápidamente y se cargaron los tres aviones. Los tres eran bombarderos De Havilland DH-4 en los que se había preparado el puesto del observador-ametrallador para el transporte. En el primer avión se dispuso el Dr. Víctor Manuel Nogueras con el médico anestesista Dr. Manuel Crespo. En el segundo, el auxiliar sanitario Quintanilla Navarro con gran cantidad de material sanitario. Y en la tercera aeronave se decidió que volase la enfermera militar Elvira López Mourin. En ese momento se percataron de que el reglamento militar vigente prohibía a las mujeres montar en aviones de guerra, por lo que se lo impidieron. Pero ella insistió múltiples veces hasta que, subrayando la necesidad urgente de ir a atender a los heridos y prestándose voluntaria, logró convencer a los mandos para que le permitieran volar en esa misión.

El vuelo de los tres aviones transcurrió sin problemas, aterrizando en Dar Drius 30 minutos más tarde sobre un campo señalado con cuatro bidones de gasolina con leña ardiendo en su interior. Operaron durante toda la noche y a la mañana siguiente fueron relevados por el refuerzo sanitario que llegó desde Melilla en camión traído por la duquesa de la Victoria.

La mayor parte de los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia de la primera utilización de un avión en España para una misión sanitaria. Esta noticia fue mucho más destacada por el gesto de valor y de entrega a los demás protagonizado por la enfermera Elvira López Mourín que, más allá de su obligación, se prestó voluntaria en una misión muy peligrosa. Por estos motivos los medios de comunicación la calificaron de «heroína de guerra».

La repercusión de la hazaña hizo que el equipo quirúrgico fuera felicitado por todos sus mandos militares y civiles, quienes fueron reclamados para presentarse en Madrid para ser felicitados en persona por el rey Alfonso XIII, la reina Victoria Eugenia, el presidente del Gobierno, el ministro de la Guerra, el comisario regio de la Cruz Roja y otras personalidades e instituciones. Siempre se destacó el gesto heroico de la enfermera y ella fue la protagonista del equipo quirúrgico en todos los actos.

Una humilde heroína

Elvira López Mourin nació en Galicia, en el pequeño pueblo de San Martín de Río, provincia de Lugo, el 3 de septiembre de 1893. Era hija natural de Manuela López Mourin. Se sabe que se trasladó a Madrid sin saber leer ni escribir y que más tarde, en año 1918, consiguió ingresar, ya con 27 años, en la primera promoción de enfermeras profesionales del hospital de la Cruz Roja de San José y Santa Adela. Cursó sus estudios y prácticas con cuatro compañeras más, teniendo como profesor y director del hospital al comandante médico Dr. Víctor Manuel Nogueras con el que, al cabo, realizaría el famoso vuelo. Al terminar sus estudios se presentó a la oposición para enfermera militar con destino a Melilla aprobando en el año 1921. A finales de 1922 se incorporó a su destino en el equipo quirúrgico de Víctor Nogueras. A partir de su participación en el vuelo se la destinó de nuevo a Madrid, donde aprobó la oposición que se había demorado en convocar para la obtención del título de enfermera profesional de la Cruz Roja Española en su primera promoción.

En esos años Elvira López fue protagonista del comienzo de dos campos profesionales sanitarios; por un lado, el de la enfermería profesional española, al pertenecer a la primera promoción formada según el nuevo programa académico de 1915 para las enfermeras profesionales, y por otro, del novísimo campo del transporte aéreo sanitario. En los años siguientes residió y trabajó en Madrid, ciudad en la que falleció el 21 de julio de 1961. Fue enterrada en el cementerio de la Almudena con el título que más le gustaba: «Enfermera militar».

* Miguel Ángel González Canomanuel, médico adjunto del Hospital Universitario de Toledo.

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