La Provincia - Diario de Las Palmas

Regreso a Ucrania

El Dominical de LA PROVINCIA/DLP vuelve a Ucrania de la mano del fotógrafo Andrés Gutiérrez cuando se cumple un año de la invasión rusa al país europeo

Textos: Miguel Ayala - Fotos: Andrés Gutiérrez

El regreso a Ucrania de Andrés Gutiérrez

El reportero gráfico afincado en Canarias Andrés Gutiérrez vuelve al territorio en guerra de Ucrania once meses después de su primera visita, en 2022, con su cámara convertida de nuevo en un arma tan imprescindible como peligrosa para inmortalizar a través de su objetivo la realidad de esta zona y, especialmente, la de las mujeres y hombres que la habitan echando mano a partes iguales en su día a día de una combinación compuesta por miedo, valentía, paciencia y resistencia. En su periplo, Gutiérrez se ha reencontrado con algunas de las personas que conoció el pasado año sin perder el pulso de la actualidad de un conflicto donde, lamentablemente, se siguen repitiendo los entierros de jóvenes militares ucranianos mientras, como muestra la foto que ocupa la portada de este suplemento, los actos de patriotismo continúan alimentando la esperanza entre la castigada población.

Andrés Gutiérrez, en una zanja, en Ucrania.

La otra guerra de Yaroslav

Entre bombas y desinformación, un hombre ucraniano de nombre Yaroslav trata de recuperar a su hijo Sergei, joven voluntario de Járkov a quien oficialmente daban por muerto. Tras una incesante y peligrosa investigación, el padre lo halló con vida en un chat de propaganda rusa donde exhiben a los prisioneros.

Yaroslav muestra fotos familiares con su hijo Sergei en Járkov antes de la invasión rusa.

Foto de Sergei en el móvil publicada por soldados rusos en Telegram.

El joven Sergei, antes de ser apresado.

En primera línea de fuego

Durante su estancia en Ucrania, el fotoperiodista Andrés Gutiérrez se movió por zonas de guerra con diferentes unidades llegando incluso a situarse a muy pocos kilómetros de la frontera rusa, donde tienen lugar los ataques más violentos entre las tropas de Putin y los soldados ucranianos. Cerca de 100.000 soldados rusos y otros 100.000 ucranianos han muerto o han resultado heridos durante este primer año de conflicto, a los que se suman alrededor de 40.000 civiles.

Soldados ucranianos en alerta. Un soldado observa con sus binoculares las pociones rusas a menos de un kilómetro en uno de los puestos fronterizos ubicados a las afueras de la ciudad de Kharkiv.

Soldados ucranianos esperan su turno para disparar durante un entrenamiento impartido por entrenadores extranjeros, en una base militar a las afueras de Kharkiv.

Soldados ucranianos se movilizan en alguna zona a las afueras de Kharkiv.

El sueño cumplido de Rostislav

En su primera estancia en Ucrania, el fotógrafo afincado en Canarias Andrés Gutiérrez conoció la labor que desarrollaba en Leópolis el ucraniano de 32 años Rostislav Filippenko, residente en España -de hecho tiene pasaporte español- hasta el inicio de la invasión rusa, quien decidió poner en marcha un servicio con el cual facilitar a los enfermos medicamentos que no llegaban al país en pleno inicio del conflicto bélico. Un año después, Gutiérrez se ha reecontrado con Rostislav y su ONG, Mission Kharkiv.

Rostislav Filippenko trabaja desde el almacén de su ONG, Mission Kharkiv, durante un apagón provocado por los bombardeos en las centrales eléctricas de la ciudad.

 Una imagen de la evacuación de personas mayores en Kupiansk, ante el peligro de una inminente ofensiva rusa.

 Trabajadores de la oenegé Mission Kharkiv realizan tareas de gestión durante el mismo apagón.

El mismo drama, la misma imagen 

Con los más de 250.000 muertos en tierras ucranianas a lo largo de este año, la imagen de los entierros continúa marcando la luctuosa agenda diaria en zona de guerra. «Los cementerios de la mayoría de las ciudades se han quedado pequeños y ya se entierra a personas fuera de ellos», relata Andrés Gutiérrez. Más información en el reportaje: La misma guerra, varias lecturas.

Un grupo de soldados lleva el féretro de un compañero muerto en los combates de la ciudad de Leópolis, durante la misa en la iglesia de Pedro y Pablo de la ciudad de Leópolis.

La madre de un soldado de 38 años fallecido llora frente al retrato de su hijo durante el funeral en la ciudad ucraniana de Bajmut.

La misma madre coloca flores en la tumba de su hijo de 38 años muerto en los combares de la ciudad de Bajmut.

Una imagen del camposanto de Leópolis con las tumbas de los soldados fallecidos adornadas con velas y flores, un acto espontáneo por parte de sus seres queridos que se ha acabado por convertir en una tradición con la participación de alcaldes en distintas ciudades.

Los pueblos fantasmas de Ucrania oriental

El conflicto bélico está dejando decenas de pueblos arrasados, casi completamente deshabitados. Kamianka, en el óblast o región de Járkov, es uno de ellos: la población ha pasado de 1.300 habitantes a solo 40. Los que decidieron quedarse malviven en terribles condiciones.

Vehículo a medio desguazar en una zona rural de Járkov. Exhibe la 'Z' del Ejército ruso.

Restos calcinados de los combates entre rusos y ucranianos.

Andrés Gutiérrez - LA PROVINCIA/DLP

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