Entrevista | Laura Bueno Cabrera Periodista y codirectora de ‘Kraus, el último romántico’

Laura Bueno Cabrera: «Descubrimos a un hombre que sorprende en su vida personal y familiar»

«Cuando descubrí su maravillosa historia de amor con Rosa Ley-Byrd decidí que ese era el argumento que quería contar», afirma

Laura Bueno Cabrera

Laura Bueno Cabrera / LP/DLP

Miguel Ayala

Miguel Ayala

Periodista, licenciada en la Universidad Carlos III de Madrid, Laura Bueno es directora de nuevos proyectos en Mediareport, productora audivisual de Prensa Ibérica, con la cual ha desarrollado el documental Kraus, el último romántico. La grancanaria trabajó en televisión desde los 23 años inciando su carerra en Agencia EFE TV a finales del 2003, cuando aún cursaba el último año de Universidad. «Fue una escuela para mí», recuerda. «Me marcó mucho a nivel profesional cubrir los atentados del 11-M; una de esas coberturas que te marcan de por vida».

La aprobación del matrimonio homosexual en el Congreso de los Diputados es otro de las coberturas que profesionalmente marcaron aquella época. Luego llegaron espacios televisivos en Antena 3 y Mediaset, cadena donde formó parte durante nueve años de la dirección de Las Mañanas de Cuatro, galardonado con un Premio Ondas. «Gracias a este programa», recuerda, «descubrí mi pasión por los formatos diarios y en directo de actualidad con tertulia política, en los que la adrenalina acabó formando parte de mi día a día». Tras pasar otros tres años vinculada a 120 Minutos, en TeleMadrid, decide regresar a Gran Canaria. «Me dedico ahora al género documental y estoy encantada», dice. «Es un ritmo más pausado que el de la televisión que te permite dedicar mucho tiempo al proyecto y dar rienda suelta a la creatividad», dice la codirectora de esta joya documental de Mediareport que es Kraus, el último romántico.

Alfredo Kraus está considerado uno de los mejores tenores del mundo cuya carrera internacional ha sido analizada con detalle pero poco se conoce de su lado más personal y, en especial, de su faceta familiar. ¿Cómo, cuándo y por qué nace el documental Kraus, el último romántico?

Aprovechando que en septiembre de este año se cumplen 25 años de la muerte de Alfredo Kraus, propusimos realizar desde la productora un documental sobre su figura. Descubrí que el material existente sobre el tenor es de Televisión Española y había sido elaborado hace varias décadas. Casi todo eran entrevistas al propio Alfredo Kraus donde él, en primera persona, contaba su trayectoria pero eché en falta que en ninguna se analizace profundamente y desde fuera su figura; y mucho menos que se hablara del lado más humano de este intérprete canario universal, que es lo que hemos tratado de destacar en este proyecto. Desde el principio quise explorar esa vía porque cuando pensamos en Kraus se nos viene a la cabeza la ópera, un mundo que se antoja elitista, pero investigando comprobé que Alfredo, además, era un hombre tímido cuya imagen, a priori, parecía distante. Mi sorpresa ha sido descubrir lo que hemos terminado plasmando en nuestro documental: Kraus fue un hombre sorprendente en su vida personal y familiar.

Cuando los espectadores vean esta película, no se quedarán indiferentes. Descubrirán a un esposo y padre apasionado, entregado al amor. Un héroe romántico muy parecido a los personajes a quienes interpretaba sobre el escenario.

Han sido casi tres meses de investigación y documentación. ¿Descubrió algo más durante ese proceso que por novedoso le resultase interesante tratándose de un personaje tan conocido y estudiado?

El proceso de documentación fue intenso. Estuve unos tres meses no solo ahondando en su técnica y su repertorio a nivel profesional sino también en su vida personal. La sorpresa llegó cuando descubrí su maravillosa historia de amor junto a Rosa Ley-Byrd, con quien se casó y tuvo cuatro hijos. Fue ese el momento en el que decidí el argumento de la historia que quería contar.

Alfredo Kraus era un apasionado de los papeles que interpretaba, los héroes románticos: Werther, Edgardo, Romeo... Todos mueren por amor. En el documental, lo que descubriremos es cómo Kraus termina su vida convirtiéndose en uno de esos románticos que tanto interpretó en la ópera. Su propia historia de amor traspasó los escenarios.

¿Cómo recibieron la idea de realizar este proyecto los familiares del artista? ¿Resultó sencillo contar con su implicación?

Sus cuatro hijos se implicaron desde el primer momento. Les gustó mucho que quisiéramos contar también la historia de su madre que, aunque en un segundo plano, fue fundamental en la carrera de Alfredo Kraus.

Gracias a Rosa Ley-Bird, Alfredo llegó a ser la leyenda que ahora es. Ella lo dejó absolutamente todo para acompañarle al fin del mundo. Rosa lo fue todo para él, su consejera, su amiga, su mujer; la que hacía que Alfredo tuviera los pies en la tierra. Ella le daba al tenor la estabilidad emocional que todo artista necesita.

Sus hijos Rosa, Alfredo, Patricia y Laura nos lo pusieron fácil desde un primer momento. Después de una larga conversación, de conocer que íbamos a tratar con mucha delicadeza el tema, nos cedieron unos vídeos que hacen que este documental sea tan especial porque son imágenes inéditas grabadas por el propio Kraus con su cámara súper 8, a la que era aficionado. Escenas familiares donde se ve al artista disfrutando con su familia y amigos. Gracias a ese material podemos apreciar la verdadera personalidad de Kraus: amable, cariñoso y entregado a los suyos.

En ese sentido, Rosa Ley-Byrd fue durante casi 40 años su compañera, su cómplice, la madre de sus cuatro hijos pero, sobre todo, el amor de su vida. ¿Es ella importante a la hora de comprender un poco mejor la historia del tenor? Creo que era una mujer muy formada y moderna para su época.

Efectivamente, Rosa fue imprescindible para él. Recorrió el mundo con el tenor en viajes que duraban meses, mientras sus hijos se quedaban a cargo de los abuelos y del servicio. Sacrificó pasar tiempo con su familia para apoyar la carrera de su marido. Fue una pareja inseparable. De hecho, en el documental se plantea la cuestión de si Alfredo Kraus hubiese podido lograr lo que logró sin ella a su lado.

Sus hijos y amigos nos cuentan que era una mujer muy moderna para su época. Desde que se casaron, en 1956, el matrimonio no para de viajar. Buenos Aires, Londres, Estados Unidos, Francia, Austria, Alemania, Japón... Y Milán, donde nacieron Rosa, Alfredo, Patricia y Laura. En la ciudad italiana vivió la familia durante unos años antes de establecer finalmente su residencia en Madrid.

Pasaban largas temporadas fuera de casa, en sitios increíbles, y debía ser un choque regresar a España y encontrarse con aquella sociedad franquista de la época.

Por su importancia o por aportar al relato que aborda este trabajo detalles poco conocidos de Alfredo Kraus, ¿destacaría alguna participación?

La principal ha sido la de sus hijos, que nos han narrado historias del cantante nunca antes contadas y además apoyadas por esos vídeos inéditos grabados por el propio Alfredo Kraus, que son un auténtico tesoro.

Otra de las grandes participaciones es la de su amigo, Eduardo Lucas, que es otorrinolaringólogo. Nos cedió un vídeo de las cuerdas vocales de Alfredo Kraus grabado por él mismo en su consulta. Es muy curioso poder adentrarse en la garganta del tenor.

Por otro lado, uno de sus alumnos, Mario Frangoulis, también nos cedió cintas de VHS, grabadas por él mismo y que nadie ha visto hasta el momento. Es un material interesante donde vemos a Kraus en su casa tocando el piano y dando clases, paseando por Gran Canaria y desenvolviéndose en un ambiente relajado.

El rodaje de esta producción de Mediareport duró más de un mes y se llevó a cabo entre Gran Canaria, Madrid, Cádiz, Jerez de la Fontera y Sevilla. ¿Cómo transcurrió la grabación?

Fueron en total 13 jornadas de grabación. Y mucho viaje. Fue una experiencia maravillosa porque, aunque no fue fácil cuadrar las agendas de algunos tenores que salen en el documental, una vez comenzamos a grabar todo eran facilidades. Ahí me di cuenta del respeto profundo y del amor que sienten sus alumnos y amigos hacia la figura de Alfredo Kraus. Nadie dudó en participar en este proyecto. Ese es uno de los motivos que hacen que el documental sea tan especial. Otro de ellos es la entrega del equipo que ha formado parte de la ejecución de este maravilloso documental.

Comparte la dirección del documental con Germán Roda. ¿Se conocían? ¿Ha sido sencillo trabajar con él?

Nos conocemos de mi época en Madrid. Me gusta su trabajo y tuve claro desde el primer momento que quería que me acompañara en esta aventura. Germán y yo hablamos el mismo idioma, compartimos la misma sensibilidad. Esto es lo fundamental para mí y más en este proyecto, que remueve sentimientos tan primitivos como el amor, la emoción y la pasión.

¿Cuándo y dónde está previsto estrenar esta producción?

La estrenaremos el martes 28 de mayo en el Auditorio Alfredo Kraus, no podía ser en otro lugar...

¿Han visto ya los descendientes de Alfredo Kraus el montaje final?

Sí. Les mostramos un primer montaje de contenido en Madrid. Quería que comprobaran que ese material sensible que nos habían cedido estaba tratado con suma delicadeza.

¿Qué le han transmitido?

Ellos se emocionaron mucho. Les encantó. Volvieron a ver esas imágenes, que algunas no recordaban que existían, en un contexto de homenaje a su padre y eso les tocó el corazón. Nos dijeron que ya era hora de que se elaborara un documental así, que servirá entre otras cosas, para que las nuevas generaciones conozcan la figura del tenor.

¿Y usted está satisfecha con el resultado?

Mucho. Es un trabajo hecho con el mayor respeto hacia la figura de Alfredo Kraus. Es el fruto de muchas horas de trabajo apostando por ser fiel a su biografía y por el argumento principal del proyecto, el motor que mueve el mundo: el amor.

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