El candidato del PSOE a la Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha defendido hoy la gestión de la crisis por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y ha subrayado que "gracias a que cogió el toro por los cuernos" España no está ahora como Grecia, Portugal o Italia.

Rubalcaba ha participado en Madrid en un acto electoral denominado "Una nueva política económica para España y para Europa", junto al economista Emilio Ontiveros, al que han asistido algunos históricos socialistas como Javier Solana o Carlos Solchaga y la directora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano.

En este foro el candidato ha defendido la gestión de la crisis que ha hecho Zapatero y ha enfatizado que ya nadie le acusa de "improvisación", porque "ahora todo el mundo ve a todo el mundo improvisando" y tomando decisiones muy rápidas, como a "la pareja real" formada por Ángela Merkel y Nicolas Sarkozy, o como Barak Obama.

Y "no es improvisar, es reaccionar", ha rematado, convencido de que ésta es "la crisis de las mil caras y exige tomar medidas en tiempos a veces muy cortos".

Partidario de que España cumpla sus compromisos de ajuste, Rubalcaba ha expresado un deseo: "Ojalá algún día alguien eche la vista atrás y vea que si España no es Grecia, ni Portugal ni Italia es porque un Gobierno cogió el toro por los cuernos en un momento muy difícil, aún a riesgo de sus costes".

No obstante, ha expresado su seguridad en que en Europa acabará imponiéndose la tesis de que hay que aflojar el calendario de objetivos de déficit. "Los mismos que te piden el ajuste, te piden a la vez crecimiento económico para no tener que ajustar más. Y ese es un círculo vicioso mortal".

Prueba de ello, ha juzgado, es lo que está pasando en Grecia.

Durante su intervención, Rubalcaba ha detallado los tres escenarios en los que se mueve la crisis actual -global, europeo y español- y ha dado cuenta de sus propuestas en los tres campos para los próximos cuatro años.

Ha reiterado en este marco la necesidad de que la UE revise el calendario de ajustes, que se ha convertido en "un círculo vicioso mortal", y ha pedido a la canciller alemana, Ángela Merkel, que es quien dirige "esta operación numantina de ajuste a cara de perro", que cambie su política.

También ha reclamado a Europa más fortaleza política y al Banco Central Europeo (BCE) que diga claramente y "con valentía" a los mercados que no va a permitir que se siga atacando las deudas soberanas y que, para ello, va a destinar cada día 2.000 millones a comprar deuda.

Ese es, a su entender, el lenguaje que "entienden perfectamente los mercados", porque en el otro, la indefinición con la que viene actuando, es donde se ceban los "tiburones".