Jorge Marichal, presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), asevera que el Gobierno canario "hace bien" en frenar la reforma de la ley de renovación turística que abriría la puerta a la construcción de hoteles inferiores a las cinco estrellas siempre que cumplieran una serie de criterios de calidad. "Quedan tres o cuatro meses de legislatura y esa decisión es muy importante", señala.

Para Marichal, aún "hay que dar tiempo" a la aplicación de la Ley de Renovación y Modernización Turística del Gobierno y al desarrollo de los convenios de rehabilitación de infraestructuras obsoletas.

Sostiene que los de la provincia occidental ya empezaron, "en Lanzarote, Fuerteventura y en Gran Canaria", mientras que en "Tenerife no hay ninguno aprobado", por lo que no es lógico hablar de reformar una norma sin haber dado tiempo a desarrollar los planes de mordernización. De hecho, recuerda que en Puerto de la Cruz están aún pendientes y hay que acelerar su rehabilitación.

Cree que con la renovación hotelera en todas las islas se subirá de categoría la planta alojativa, que es lo que le interesa a Canarias para captar un turismo que pague bien el precio del hotel y no a la baja por tener mala calidad.

A su juicio, culminado el proceso de rehabilitación "ya se empezará a hablar de nuevos hoteles". Es más, considera que si se construyen hoteles de cuatro estrellas sin haber rehabilitado los de misma categoría repercutiría en los precios porque los turoperadores no irían a los más caros y, por lo tanto, Canarias no gana en su conjunto. Si hay algún producto diferenciado de cinco estrellas o con actividad de ocio complementaria, Ashotel "no estará en contra de que se construya" porque lo que su presidente no quiere es "más de lo mismo".

Marichal afirma que no tiene nada contra las demandas de Gran Canaria pero "cada uno no puede hacer lo que quiera" sino actuar siguiendo las normas. "Lo que debería hacer Gran Canaria es cargarse toda la planta alojativa antigua y convertirla en hoteles de cuatro estrellas", añade. "Hay que quitar del mercado las plazas que bajan calidad en todas las islas", porque con ello se pierde en rentabilidad en el destino.