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Ley de renovación | Nuevo marco normativo

Rivero da un portazo a la reforma de la ley turística e insiste en la renovación

"En Canarias se pueden hacer hoteles de cuatro estrellas pero rehabilitando lo viejo", mantiene

Rivero da un portazo a la reforma de la ley turística e insiste en la renovación

No da su brazo a torcer. En medio del polémico retraso del Gobierno canario para afrontar su compromiso de reformar, antes de que expire la actual legislatura, la ley de renovación turística, el presidente Paulino Rivero se mantuvo ayer firme en su defensa de la norma vigente y afirmó que "en Canarias se pueden hacer todos los hoteles de cuatro estrellas, pero rehabilitando lo viejo". De este modo, el presidente dejó claro que no es partidario de cambiar la ley, a pesar de que el propio Gobierno, en boca del consejero de Política Territorial, Domingo Berriel, anunció su modificación para abrir la puerta a la construcción de hoteles con categoría inferior a cinco estrellas vinculados a parámetros de calidad. Lo hizo en sede parlamentaria, el pasado octubre.

El objetivo del presidente es conseguir "hoteles de tres o cuatro estrellas producto de la renovación turística sin consumir suelo". Empresarios, instituciones y su propio partido en Gran Canaria insisten, desde que se aprobó la ley en mayo de 2013, que hay suelo disponible y ya clasificado en el planeamiento de esta Isla, y el mercado turístico demanda hoteles de cuatro estrellas.

Al respecto, Rivero considera que para mejorar la competitividad del sector turístico es necesario renovar en torno a 250.000 plazas alojativas de las más de 450.000 que existen en el Archipiélago. Estas son "muchas camas turísticas", que traen aparejado "el no consumo de suelo, el empleo en la construcción y apuntalar la competitividad de este sector", aseveró el jefe del Ejecutivo canario, en un acto celebrado para colocar la primera piedra de un hotel de cinco estrellas en el sur de Tenerife. Se trata del primer hotel tras el levantamiento de la suspensión cautelar del Tribunal Constitucional contra la Ley de Renovación y Modernización Turística tras un recurso del Gobierno Central, informa Efe.

Es más, el presidente subrayó que "la mayor parte del sector empresarial está apostando por rehabilitar y renovar" lo obsoleto, ya que es una prioridad para que el sector tenga un proyecto turístico desde el punto de vista "global y con garantías", una tesis que coincide casualmente con la visión del presidente de la patronal turística de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, quien rechaza reformar la ley en estos momentos hasta que no se rehabilite lo antiguo para que el Archipiélago en su conjunto gane en calidad.

Así lo expresó el dirigente empresarial tinerfeño el pasado miércoles, después de que los empresarios de Gran Canaria y la propia Coalición Canaria en esta Isla reclamaran en peso al Gobierno de Rivero que desbloquee la reforma de la ley antes de que finalice el periodo de sesiones del Parlamento, dentro de tres meses, para posibilitar nuevos hoteles de cuatro estrellas. Además, acusaron al Ejecutivo de primar los intereses de Ashotel y de CC en Tenerife, porque esta isla tiene su oferta de cuatro estrellas completada y quiere consolidar el millón de turistas más que recibe frente a Gran Canaria.

Precisamente ayer coincidieron en otro acto público el consejero de Política Territorial, Domingo Berriel, encargado de realizar la reforma de la ley que el mismo anunció en el Parlamento hace tres meses, y el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna, que defiende los nuevos hoteles de cuatro estrellas para Gran Canaria.

Aunque mantuvieron las formas evidenciaron sus diferencias. Berriel reiteró que la reforma "lleva su trámite" y no hay que precipitarse. "El Gobierno la está estudiando y pronto dará una respuesta", subrayó sin explicitar si la llevará o no a la Cámara canaria en esta legislatura. Cabe recordar que el secretario general de CC, José Miguel Barragán, ha asegurado que si el Gobierno no la tramita lo harán los grupos parlamentarios que sustentan el Ejecutivo-nacionalistas y socialistas- a través de una proposición de ley.

Berriel aseveró que es normal que "Ashotel pida lo que considera oportuno y no hay que que rasgarse las vestiduras", si bien el Gobierno decidirá lo que hace, pero sin presiones de ningún tipo.

Bravo de Laguna, a su lado, intervino de inmediato. "Si callo otorgo", ironizó. El presidente insular recordó que el Cabildo también ha presionado para que se reforme la ley, incluso con una iniciativa en el Parlamento, y no le han hecho ni caso. "De momento el Gobierno no ha cumplido y, mientras, va pasando el tiempo y se acaba la legislatura sin cambiar la ley. Para Gran Canaria es una necesidad ampliar su oferta, el Gobierno canario se comprometió y tiene que hacerlo ya", sentenció.

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