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Siempre creyó en el futuro de Canarias

In memóriam

Siempre creyó en el futuro de Canarias

Puede esperar un español que algún compatriota sienta interés por el secreto de lo que fue su vida?" Esta pregunta que se formuló don José Ortega y Gasset cuando escribió el prólogo de sus obras completas surgió ayer en mi mente cuando, tan pronto me enteré de la noticia de su muerte, me disponía a escribir este obituario dedicado al amigo y tocayo Antonio Vega Pereira, Hijo Predilecto de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y del ilustre patricio don Diego Vega Sarmiento - galdarense de Juncalillo que fue alcalde de la capital de la Isla, de imborrable memoria y obligado deber de estímulo para los magnates de nuestro mundo industrial y empresarial. Para Antonio Vega Pereira, el trabajo fue auténtica pasión, como antes lo había sido para los estudios: desde parvulillo en el colegio San Ignacio de Loyola y luego pasó al Viera y Clavijo "porque en plena guerra echaron a los jesuitas y recuerdo cuando ataron con una soga la imagen de San Ignacio, que estaba en la hornacina de la fachada, tiraron de ella y cayó en plena calle, con susto y pavor de nosotros chiquillos?", según nos confesó una vez. Terminada la guerra estudió en el Corazón de María y, concluido el bachillerato, sucesivamente Antonio Vega Pereira se graduó como ingeniero industrial, doctor ingeniero, a los que unió estudios de dirección de empresas, relaciones públicas, relaciones laborales; dirección financiera, fiscal y costos. Fue decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias, hasta su dimisión, en 1979, y perteneció a la Asociación de Técnicos de Cerveza y Malta de España y al Instituto de Ingenieros Civiles.

A su amplio y complejo quehacer empresarial hay que añadir también sus actividades como hombre de cargos públicos, entre los que destacamos: presidente del Sindicato de la Vid, Cervezas y Bebidas; presidente de la Unión de Empresarios del Sindicato del Olivo y durante catorce años presidente del Consejo de Empresarios de Las Palmas. Fue consejero del Cabildo Insular de Gran Canaria, durante tres legislaturas, en las que fue vicepresidente de la corporación y presidente de la Comisión Permanente de la Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria. También, durante diez años, fue concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y en dos etapas presidió el Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria, CIT. Elegido parlamentario regional del Parlamento de Canarias en la primera legislatura, intervino en la elaboración del primer Régimen Económico y Fiscal (REF) de 1972. Es socio de número de El Museo Canario, Gabinete Literario, Club de Golf, Real Club Náutico de Gran Canaria y miembro de la Asociación Amigos Canarios de la Ópera.

Toda su labor empresarial, política y social constituyeron a lo largo de su vida un engranaje de actividades que han quedado como muestra palpable de la plural personalidad, abierta a cuanto significara interés o beneficio para Gran Canaria, y que es huella imborrable de la talla de un hombre que en todo momento creyó en el futuro de las Islas y en el régimen de excepciones ante el Mercado Común Europeo. Además de todo lo expuesto, de Antonio Vega Pereira, nos queda el recuerdo imborrable de una personal y sincera amistad.

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