El Ejecutivo canario prevé aprobar en 2017 la ley de cámaras de comercio, pero en principio el borrador de la norma no contempla dotaciones económicas para las mismas. ¿Cómo afecta este hecho a la viabilidad de las cámaras canarias?
El gran objetivo para España en general y para Canarias en particular en los próximos cinco o diez años es la internacionalización de la gran masa del tejido empresarial. Las empresas no tenían antes ningún interés en salir, pero las dificultades durante la crisis les ha llevado a convencerse de que hay que adaptarse a la globalización. En la reunión con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, hemos hablado de la necesidad de caminar juntos porque hemos llegado tarde a este terreno y aún queda mucho por hacer.
¿Se refiere a un incremento de las encomiendas de servicio y apoyo económico para garantizar su continuidad?
Somos instrumentos de la Administración para el desarrollo de la esas políticas de internacionalización y mejora de la competitividad. Estos factores van juntos: si saltas al exterior es porque eres competitivo y ganas en competitividad por la propia exigencia de los mercados mundiales. Por eso debemos tener la ayuda necesaria y de alguna manera tienen que contribuir a sostenerlo. La Cámara de Comercio de España recibe fondos europeos para las cámaras. Entre 2014 y 2020 tenemos que trasladar a las empresas de las Islas más de 20 millones de euros. Pero eso se ha de cofinanciar. ¿En qué medida? Pues el 85% de la UE y el 15% de aquí. Esto se puede hacer con encomiendas, mediante convenios y a través de una aportación, no total, al mantenimiento de la estructura de las cámaras.
¿Ha conseguido algún compromiso por parte del Ejecutivo?
No se trataba de forzar ningún compromiso, sino de que se escuchen nuestras reivindicaciones, que las consideren porque son muy razonables y que se reflejen en el futuro.
De no darse ese apoyo, ¿prevé la desaparición de algunas de ellas o anima a la fusión?
No lo sabemos. Confío en que esto irá por buen camino y parece que no llegaremos a situaciones tan dramáticas. Lo que se pide es una contribución a parte de la financiación. Sin su apoyo perderíamos potencia y ciertos tipos de servicios no se podrían dar.
¿Qué papel juega Canarias en el necesario impulso a la internacionalización de las empresas que usted defiende?
Canarias tiene una ventaja de situación que la hace especialmente adecuada en la conexión con el mundo africano e, incluso, parte del latinoamericano.
¿Y cree que el nivel de internacionalización del tejido empresarial isleño es el adecuado teniendo en cuenta esa ventaja?
Tengo la impresión de que en ese terreno vamos atrasados y no solo en Canarias, sino en toda España. No se puede decir que algunas estén más adelantadas salvo Cataluña, Valencia y Madrid.
¿Está preparada la sociedad española para participar en ese proceso?
La internacionalización va a necesitar mucha gente que salga por el mundo. Requiere formación, idiomas, ver mundo, saber moverse o crear redes comerciales. Todo eso es muy importante, ya que se crearán puestos de trabajo para la gente que no lo tiene o lo pasa mal. Se tienen que preparar para esto.
¿En qué medida afecta el bloqueo político a la incipiente recuperación económica?
Se ha pasado una crisis muy dura y la gente lo ha pasado muy mal. Desde 2014 se inició una recuperación que a lo largo de 2016 y 2015 se ha ido consolidando, pero con alguna sombra como la inestabilidad que supone que haya un Gobierno en funciones. Afecta negativamente porque las inversiones se hacen con cautela. Sin un presupuesto no podemos estar. España sigue funcionando porque las empresas han cumplido su papel. Todavía no ha pasado nada grave, pero puede llegar a pasarlo. La cuestión de las pensiones es un tema importante y grave que requiere un análisis a fondo porque llegará un momento en el que habrá que cambiar el sistema.
¿Qué pasará si se prolonga esta situación?
Sería nocivo. La estabilidad se necesita cuanto antes, no hay que jugársela. Interesa que las empresas puedan tener seguridad y puedan dedicarse a lo que tienen que hacer, transmitir ese progreso en bienestar de los ciudadanos y todo lo que no sea eso no interesa. Las ventajas de un año turístico récord y el viento de cola a favor ayuda mucho. Ya ha mejorado la balanza de pagos española y si el proceso de internacionalización se intensifica iremos por buen camino. Pero tanto si se forma un Gobierno progresista como uno conservador no deben traspasarse ciertas líneas rojas. Tiene que seguir existiendo la democracia, el Estado de derecho y del bienestar. Si alguien tiene un sistema alternativo serio que lo ponga encima de la mesa y lo discutiremos. Pero en tanto que esto no sea así, y creo que no existe ninguna alternativa seria, debe primar la economía social del mercado.
¿Y es posible ese progreso con salarios bajos y una alta temporalidad en los contratos?
Todo pasa por el progreso de las empresas y que éste se transmita a sus trabajadores, sin duda, con subidas de salarios. Pero también hay que tener en cuenta que la crisis ha sido durísima, que 300.000 empresarios han quedado en la cuneta y que el resto lo ha pasado muy mal. En este proceso hay unos tiempos lógicos. Primero tenemos que respirar, después, cuando ya ves que sobrevives, intentar relanzarte, y cuando se consolida esto luego hay que mejorarlo todo. Esto es lo que está pasando y estoy viendo en mi entorno que es así. Pero no se puede decir que esto ya está, cada cosa a su tiempo. Soy del parecer de que los salarios tienen que subir por su orden y tiempo debido.
Antes destacó el buen estado de salud del sector turístico. En Canarias constituye el principal motor económico, ¿cree que las posibilidades de crecimiento del tejido empresarial de las Islas se limitan a ese ámbito?
Este ámbito es fundamental y hay que apoyarlo y seguir por ahí, pero no quita que no se deba trabajar en una necesaria diversificación, algo que debe tenerse como principio fundamental. Es decir, el turismo es lo primero pero lo otro es necesario. Todo lo que sea diversificar y apoyar otros sectores donde se pueda progresar hay que hacerlo.
