Además de un escaparate en el que cada destino 'vende' sus atractivos en stands más o menos vistosos, la Feria Internacional de Turismo incluye un programa de actividades, jornadas y foros, en los que reconocidos profesionales y expertos internacionales analizan las principales preocupaciones, tendencias y desafíos del turismo. En su última edición, que ayer se clausuró en Madrid, quedó en evidencia que Fitur es, cada año, más inabarcable por el número de actos que se celebran simultáneamente a lo largo y ancho de sus nueve pabellones. Pese a ello, del conjunto de variados contenidos que se debatieron se podría destacar como denominador común la constatación de que la sociedad del conocimiento y la innovación tecnológica se imponen como nuevos criterios de competitividad de los destinos.
La digitalización del sector es un reto unánimemente reconocido por los agentes turísticos. Cada año se presentan más avances tecnológicos y se multiplica el número de nuevas aplicaciones; pero se insiste a un tiempo en el hecho de que la implantación tecnológica sigue siendo aún muy limitada en el sector turístico, al que queda un largo camino por recorrer.
Hasta para mejorar la sostenibilidad se recurre a la tecnología en este 2017, declarado por la Organización Mundial del Turismo como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Y se ofrecen datos reveladores: un tercio de los viajeros escogerá este año destinos más eco-friendly, es decir respetuosos con el medio ambiente; el 39% se muestra interesado en realizar paseos por lugares de interés ecológico (eco-tour); y el 79% considera importante reservar un hotel que implemente prácticas ecológicas y sostenibles.
Y ahí volvemos a la innovación, al desarrollo de soluciones tecnológicas que mejoran la eficiencia; reducen los costes de energía, que oscila entre el 4 y el 25% del total; y, por tanto, incrementan los beneficios directos de las empresas. El Instituto Tecnológico Hotelero aconseja, por ejemplo, que la temperatura ambiental de cada alojamiento se sitúe en rangos que eviten sobrecostes, ya que cada grado de temperatura de más supone en torno a un 7% más de consumo.
La sociedad del conocimiento es el otro pilar sobre el que se sostendrán los destinos de ahora en adelante. No es casualidad que los gestores políticos se acerquen cada vez más a las universidades y centros de investigación turística. "Nos necesitamos mutuamente", señalaba recientemente en el Foro Internacional de Turismo Maspalomas Costa Canaria Jafar Jafari, uno de los científicos más reputados. Y Fitur 2017 ha incidido en el mismo sentido. Un ejemplo de ello lo representa la iniciativa que han puesto en marcha los ayuntamientos de Adeje y Arona y la Universidad de La Laguna: el Laboratorio Atlántico Turístico (LAT).
Laboratorio Atlántico Turístico
"El LAT nos va a aportar información real, avanzada y desde el rigor científico, por lo que será una gran herramienta para tomar decisiones", explicó el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, durante su presentación en el recinto ferial madrileño. El edil de Arona, José Julián Mena, añadió: "Desde el análisis estadístico y con indicadores reales, nos van a estudiar y observar como destinos".
Este "valor añadido" que aporta el ámbito académico al turístico tuvo un espacio aún más amplio en Fitur. La Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo (AECIT) organizó la jornada El muldestino: retos y oportunidades de la unión transnacional, en el que expertos y gestores analizaron las experiencias reales (sobre todo en Centroamérica y el Gran Caribe) y el potencial que ofrece a los destinos elaborar y promocionar determinados productos conjuntos.
Explicaron que "históricamente el desarrollo del turismo se ha basado en un modelo en el que cada destino compite por su porción en el mercado". Y añadieron que "aunque este enfoque unilateral prevalece, el turismo multidestino agrega valor a la experiencia turística". Así, desde la perspectiva del cliente, un paquete multidestino permite a los viajeros descubrir diversas localidades, donde cada experiencia satisface un deseo diferente. Contribuye además a diversificar cada destino y consolida una región frente a otras áreas geográficas competidoras: el Atlántico frente al Mediterráneo, el Caribe o el Pacífico, que es la zona que más crece.
Aplicado a Canarias, el turismo multidestino se basaría en crear productos conjuntos entre dos o más islas: la ruta de las playas, de los volcanes, etc. Ya ha habido alguna iniciativa entre hoteles de cinco estrellas de Fuerteventura y Lanzarote. Uno de sus promotores, Carlos Cebriá, explicaba sin embargo las dificultades para su implantación: "Aunque Canarias es en realidad un gran parque temático, en el que su diversidad es un valor, no termina de superar la concepción de que una isla compite con la otra".
