Son pocos pero tienen mucho. Su número incluso se redujo entre 2014 y 2015 pero, en cambio, se incrementó su riqueza. Los canarios obligados a presentar la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio solamente son 5.942. Un 0,28% de la población de la Comunidad Autónoma que, sin embargo, amasa una fortuna de casi 18.500 millones de euros. Una cuantía inabarcable para el común de los ciudadanos que equivale a casi la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas, que ronda en los últimos ejercicios los 40.000 millones. Así pues, 5.942 canarios atesoran bienes -casas, edificios, acciones, depósitos, joyas...- por una suma equivalente a aproximadamente la mitad del valor de la producción de bienes y servicios en la región durante un año.
La última actualización de la estadística del Impuesto sobre el Patrimonio, que la Agencia Tributaria publicó este martes, corrobora lo que vienen avanzando las declaraciones fiscales, es decir, que las rentas altas se recuperan de la crisis más rápido que las clases media y baja. Y el caso de Canarias no es distinto. Los declarantes por este impuesto son las personas que acumulan bienes valorados en más de 700.000 euros, una cantidad para la que no se computa el valor de la vivienda habitual hasta un máximo de 300.000 euros. Por tanto, y en general, tributan quienes poseen un patrimonio bruto de más de un millón.
En 2012 fueron un total de 5.869 los canarios que presentaron la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio. Entonces la crisis aún no había enfilado la recuperación. Ese grupo de acaudalados de las Islas declaró ese año 17.224 millones de euros; ya en 2015 eran 5.990 ciudadanos y 18.153 millones. El año pasado, cuando se presentaron las declaraciones correspondientes al ejercicio de 2015, las grandes fortunas disminuyeron en el Archipiélago por segundo año consecutivo, hasta esas 5.942, pero el valor de los bienes siguió creciendo hasta los 18.443,3 millones de euros. De modo que las estadísticas de la Agencia Tributaria ponen de manifiesto que el número de millonarios viene reduciéndose ligeramente pero que su caudal, por el contrario, aumenta. En otras palabras: son menos pero acumulan más riqueza.
Tan es así, que los más ricos de la Comunidad Autónoma figuran entre los más ricos del país. Después de que su patrimonio engordase en 290 millones entre 2015 y 2016 -o entre 2014 y 2015 si se toma como referencia el ejercicio de la declaración-, los más acaudalados de Canarias se han situado en el podio de este particular ranking. Si se hace la media cada uno de esos 5.942 residentes en las Islas amasa una fortuna media de algo más de 3,1 millones de euros, una cuantía que solo superan los millonarios de la Comunidad de Madrid, donde llega a 8,85 millones, y Galicia -residencia del hombre más ricos de España, Amancio Ortega (propietario de Inditex)- donde la media es de 4,5 millones. No en vano, los casi 18.500 millones de euros en que están valorados los bienes de los más ricos del Archipiélago son el récord desde que el Gobierno decidiese en 2010 recuperar el impuesto para dar un empujón a los ingresos públicos.
Pero, ¿cómo se distribuye la riqueza de los hacendados de la región?
Buena parte corresponde a bienes inmuebles urbanos, casi 2.717,5 millones. Aunque es el capital mobiliario el que realmente sostiene las grandes fortunas de la comunidad. Unos 14.275 millones de euros que incluyen títulos de deuda pública, obligaciones, bonos, acciones en todos sus tipos y depósitos en cuentas corrientes o de ahorro. Un patrimonio financiero que creció en la última declaración del impuesto en 237 millones.
Además, los más ricos de la autonomía también acumulan más bienes suntuarios, esto es, propiedades de lujo, tales como coches de alta gama, pieles, abrigos de visón, joyas y similares. En 2015 declararon propiedades de este tipo por un montante de poco más de 26,5 millones de euros. Una cuantía que en la declaración del año pasado, la del ejercicio de 2015, se incrementó hasta casi 28,4 millones, prácticamente 30 millones de euros si se incluye el valor de las obras de arte y antigüedades, que superaron los 1,5 millones. No obstante, apenas 17 fortunas de las Islas declararon objetos de arte.
