La Asociación de Empresarios de Alojamientos Extrahoteleros (AEAT) y los municipios turísticos grancanarios -San Bartolomé de Tirajana y Mogán- coincidieron ayer en afirmar que el borrador de decreto para regular el alquiler vacacional presentado el lunes por el consejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Isaac Castellano, traerá un repunte de la ilegalidad en ese ámbito. No opinó de esta manera el presidente de la patronal alojativa tinerfeña (Ashotel), Jorge Marichal, para quien resultaba urgente que el Ejecutivo regulara sobre un asunto que está provocando un "cambio de paradigma social" al impedir a muchos ciudadanos encontrar una casa en régimen de arrendamiento en la que poder vivir.

"Prefiero una oleada de alquiler turístico legal que un tsunami del ilegal", señaló el presidente de la AEAT y vicepresidente de la FEHT (Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Las Palmas), Tom Smulders. A su juicio, la prohibición de esta modalidad de alojamiento en las áreas turísticas que contempla el borrador deja fuera de juego "12.000 camas que están en desuso dentro de edificios turísticos".

Smulders se refirió de ese modo a los apartamentos que estuvieron en explotación en el pasado pero hoy están fuera del mercado. Ve el peligro de que la ilegalidad anide en esa bolsa, con lo que los apartamentos con toda su documentación en regla tendrían en la puerta de al lado una competencia desleal. Además, explicó que, en caso de tolerarse, los propietarios de una vivienda vacacional que cumpla con todos los preceptos que marca el decreto serían unos "eficaces inspectores" que denunciarían de inmediato a quienes quisieran lucrarse en el mismo nicho de negocio, justo al lado de ellos y sin asumir los costes fiscales o de dotación del servicio que exige la normativa.

Tampoco ve la solución en la potestad que la norma presentada por Castellano otorga a cabildos y ayuntamientos para adoptar las excepciones a esa prohibición que estimen necesarias. "Eso no es más que una moratoria encubierta", señaló Smulders. Coincidió plenamente con su razonamiento la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, quien advirtió de que los cambios en los "planeamientos se eternizan durante años", tiempo durante el que el alquiler vacacional continuaría prohibido. Su homólogo en San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, señaló que es necesario "mejorar el texto en muchos aspectos" e incidió en que el actual problema con las viviendas turísticas ilegales en las zonas turísticas "se queda igual o, incluso se acrecienta", ya que los cambios en el planeamiento para establecer excepciones suponen "mucho tiempo".

Por su parte, Jorge Marichal, señaló que también hay colectivos que estiman positivo el nuevo texto normativo puesto sobre la mesa. Por ejemplo, "las personas que buscan una vivienda para alquilar" con la intención de vivir en ella. El presidente de la patronal turística de la provincia de Santa Cruz de Tenerife afirmó que el borrador es "razonable" y expuso que en los países, regiones o ciudades en los que el problema se ha tornado más grave la regulación ha sido "más drástica".

A su juicio, era necesario establecer unas normas cuanto antes porque los pisos turísticos afectaban ya "al modelo de sociedad. No estamos encontrando gente para trabajar en los destinos turísticos porque no tienen donde vivir, vamos a tener que despedir a nuestras plantillas de los apartamentos por la competencia desleal que nos hacen desde la ilegalidad", enumeró.

De manera totalmente distinta entienden la llegada del decreto los propietarios de inmuebles destinados a este negocio. La presidenta de la Asociación Canaria de Alquiler Vacacional (Ascav), Doris Borrego, criticó que el Ejecutivo obvie "las cuatro sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC)" contra el anterior decreto y vuelva a incluir las prohibiciones que llevaron a tumbarlo.

No obstante, el Tribunal Supremo admitió el recurso de casación interpuesto por el Gobierno de Canarias, lo que devolvió a la norma su vigencia hasta la fecha, circunstancia que recordó Jorge Marichal.