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Tribunales 'Caso Jesuman'

La batalla en la familia de Jesuman se recrudece durante el juicio por estafa

José Ignacio Hernández rechaza la vinculación del negocio familiar con las tiendas Cerca tras una venta de acciones que su hermano José Manuel niega

La batalla interna en la familia Hernández Pérez se recrudece en el juicio del denominado caso Jesuman, en el que se dilucida si existió una trama de estafa y alzamiento de bienes para la implantación, a través de la sociedad 2021 Alimentcanarias, de la red de supermercados Cerca en Gran Canaria, que cerró en 2008 dejando tras de sí un reguero de deudas a sus proveedores de 13 millones. En la vista oral de ayer quedó palpable, una vez más, las discrepancias que existen entre ellos, principalmente entre José Manuel e Iván, que mantienen una versión, y José Ignacio, que defiende otra.

El primero acusó al segundo de ser el que "hacía y deshacía y falseaba documentos" mientras que José Ignacio negó que Comercial Jesuman llevara la contabilidad y nóminas de 2021 Alimentcanarias, rechazó que fuese idea suya la ampliación de capital con la que Jesuman se hizo con el 96,15% de su capital social y defendió la desvinculación del negocio fundado por su padre del entramado de empresas gestionadas por su sobrino tras la recompra de acciones en agosto de 2006 mediante un contrato privado. Esto es, justo lo contrario de lo que afirma Iván.

La Fiscalía sostiene que los hermanos Juan Jesús, José Manuel y José Ignacio Hernández Pérez -miembros del Consejo de Administración de Jesuman durante la fecha de los hechos que se investigan- e Iván Hernández Perera decidieron expandir su negocio de alimentación, ya consolidado en Tenerife, "con inequívoco ánimo de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito" a costa de la mayoría de sus proveedores en Gran Canaria. Para cada hermano pide 12 años de prisión mientras que para Iván solicita 17 años de cárcel.

Precisamente la tercera jornada de la vista oral en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial arrancó con la culminación del interrogatorio a Iván, que solo respondió a las preguntas de su defensa y de la de su padre. Después llegó el turno de José Manuel, que afirmó que su hermano José Ignacio es el que mandaba en Comercial Jesuman y que a él nunca le llegó ninguna convocatoria de juntas. "Yo era el inculto, el esclavo de la familia. Yo no sabía nada", señaló. José Manuel aseguró que se enteró de los problemas en los que estaba envuelto su hijo Iván en 2012 o 2013, pues indicó que tras constituir junto a su hijo 2021 Alimentcanarias en el año 2000, él se desentendió de la administración y gestión de la entidad. Manifestó, a su vez, que nunca supo de la recompra de acciones por parte de Alimentcanarias. "Es materialmente imposible", dijo.

José Ignacio, por su parte, recalcó que Jesuman no tuvo nada que ver con esa entidad hasta que en 2005 participa en la ampliación de capital en la que desembolsó 3 millones. La única relación hasta ese momento, según indicó, era comercial. Una vez hecha la ampliación de capital, el dinero se ingresa el 29 de marzo de 2005 en una cuenta de Alimentcanarias. Un día después, esos 3 millones regresan a las arcas de Jesuman porque se utiliza como una línea de crédito de Alimentcanarias, según la versión de José Ignacio, de la que se retraen las compras que desde entonces continúa haciendo por su creciente negocio. Esta argumentación contrasta con la dada por Iván, que aseguró que fue José Ignacio el que le pidió que devolviese el dinero por un problema puntual de liquidez en Tenerife.

El inicio de los "malentendidos"

José Ignacio, que en la actualidad es el administrador único de Jesuman, sostuvo ante el fiscal que a partir de septiembre de 2005 comienzan los "malentendidos" con Iván porque le requiere documentación y éste no se la facilita. A pesar de ser Jesuman el socio mayoritario de Alimentcanarias y tener la capacidad de destituir a su sobrino como administrador único de dicha empresa, optó por la venta de las acciones. "No me veía con la suficiente voluntad de quitarle a Iván un proyecto que era suyo", adujo.

La compraventa de acciones de agosto de 2006, que para la Fiscalía es ficticia, se documenta mediante un contrato del que hay dos versiones. No se hizo entonces una escritura pública de la misma como se hizo con la ampliación de capital. José Ignacio relató que en aquel momento él y su sobrino no se podían "ni ver" y que hasta 2009, cuando hay constatación de que trató de elevar a público dicha compraventa, hizo varios requerimientos mediante llamadas telefónicas. Un día antes Iván aseguró que esos contratos son falsos. Precisamente el 2006 es, además, el único año que según José Ignacio Jesuman gestionó las nóminas de Alimentcanarias, algo que también hizo tras la venta de acciones por facilitar el trabajo.

La controversia en la familia también alcanza al uso de las dos cuentas que Jesuman abrió en Gran Canaria en diciembre de 2006. José Ignacio alegó que nunca exigió que se ingresara en esos depósitos la recaudación de Cerca, sino que pidió a Alimentcanarias que siempre tuvieran fondos porque a partir de entonces iba a cobrar la mercancía que vendía Jesuman con antelación y no a posteriori y sin condiciones ventajosas como hasta entonces por la mala relación existente.

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