El número de jóvenes canarios de entre 16 y 29 años que no estudia ni trabaja se redujo una quinta parte (19,18%) en los últimos diez años. Al final del pasado año aún existían 65.700 ninis en el Archipiélago, cifra que puede tenerse por elevada pero que reduce en 15.600 la que había al terminar 2008. La peor noticia es que la mejoría en el conjunto del Estado supera en diez puntos a la alcanzada en el Archipiélago durante el último decenio.
Nos situamos en la fase incipiente de la crisis económica pero ya en pleno auge de los estragos que ocasionó. Con el intenso ritmo de destrucción de empleo se volatilizaron gran parte de las posibilidades de incorporación al mercado laboral de la población que terminaba por entonces su formación académica. Además, la mano de obra joven y escasamente formada que había contratado en los años anteriores el sector de la construcción se vio en el paro de la noche a la mañana y sin aptitudes para reengancharse al mercado laboral a través de otros sectores.
Todo ello alimentó la bolsa de ninis. El por entonces director del Fondo Monetario Internacional (FMI) , Dominique Strauss-Khan, alertó al final de 2010 del peligro de crear una "generación perdida", en alusión a los problemas que iban a hallar los recién egresados y los parados más jóvenes para hallar empleo estable y suficientemente remunerado como para poder desarrollar sus proyectos de vida.
Según el histórico de la Encuesta de Población Activa (EPA), tanto Canarias como España alcanzaron el número máximo de jóvenes sin trabajar ni estudiar en el tercer trimestre de 2012, con 110.500 y 1.882.200 respectivamente. Tomando el último dato existente, el correspondiente al último cuarto del pasado ejercicio, la reducción lograda desde entonces en las Islas es del 40,5% (44.800 ninis menos) y del 46,1% en el conjunto del país (868.800 menos).
En el año 2014, el Gobierno del Partido Popular (PP) puso en marcha el Sistema de Garantía Juvenil, un proyecto que tenía como objetivo mejorar la formación de los jóvenes de entre 16 y 29 años sin empleo y que no recibían formación. Desde el momento en que estos se inscribían en un registro on line, dejaban de poder ser considerados ninis.
La iniciativa incluía un incremento de las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social para los contratos de formación y prácticas. No siempre se cumplió el plazo de cuatro meses en el que los inscritos debían recibir una oferta de trabajo, pero el Sistema de Garantía Juvenil alcanzó en buena parte su objetivo. Al finalizar el primer año había 1.275 jóvenes canarios inscritos, cifra que al terminar 2018 había llegado hasta los 108.548, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Otra lectura que deja la EPA publicada esta semana es el diferente ritmo al que se mueve la contratación temporal en el conjunto del Estado y el Archipiélago. El incremento de asalariados que rubricaron contratos indefinidos sin fecha de caducidad a lo largo de 2018 es similar: el 3,11% en toda España y el 3,23% en las Islas. Sin embargo, mientras en Canarias aumentaron un 12,6% los trabajadores que defienden empleos con fecha de caducidad, en el país el crecimiento se detuvo en el 3,93%.
El dato revela la alta rotación que existe en una economía tan terciarizada como la del Archipiélago y con tanta demanda de mano de obra de baja cualificación.
