La quiebra de Germania ha supuesto un varapalo para la conectividad de las Islas con Alemania, sobre todo en lo que respecta a varios de los aeropuertos no principales como Dresde, Núremberg o Bremen, entre otros. No obstante, gran parte de las butacas de la low cost estaban ocupadas por clientes de operadores turísticos que adquirían paquetes -vuelos más hotel- en su país de origen.
"Los turoperadores que los traían no han desaparecido", explicó ayer la directora gerente de Promotur, María Méndez. Para mantener los actuales niveles de negocio tendrán que buscar asientos en otras compañías aéreas. Siempre hablando de Alemania en general, porque lo que sí está "complicado", reconoció Méndez, es que se retomen las rutas con los aeropuertos secundarios germanos en los que operaba Germania.
La pérdida de esta compañía aérea se produce en el momento en que el mercado alemán se retrae de manera clara. La reapertura de los destinos competidores que quedaron fuera de juego por la Primavera Árabe -Egipto, Túnez y Turquía- y la rapidez con que se instala la prudencia en las economías domésticas germanas en cuanto vislumbran la posibilidad de una desaceleración son los factores que provocan esa pérdida de clientela desde el final de 2018.
"Sabíamos que tras reabrir los mercados del Mediterráneo, desaparecería la sobredemanda que teníamos en Canarias", expuso el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua. De tal modo que las Islas caminan hacia un plano real y las compañías aéreas adecuarán con rapidez sus rutas y número de plazas a la demanda del momento.
El 10% de los alemanes
No obstante, Mañaricua no obvió que la quiebra de Germania supone un "varapalo" y una pérdida muy importante. Los datos avalan esa afirmación ya que esta aerolínea trajo el año pasado a Gran Canaria a 98.904 pasajeros, el 10% de los alemanes llegados a la Isla. El porcentaje se elevaba hasta el 12% en esta temporada de invierno para un total de 80.979 plazas ofertadas. En resumen, más de 20 vuelos semanales con destino a siete aeropuertos alemanes.
A falta de conocer la digestión que pueden hacer los turoperadores, lo cierto es que la pérdida de esta aerolínea no hace sino agravar la retracción del segundo mercado que más turistas aporta al sector alojativo del Archipiélago (más de tres millones en el último ejercicio). Llueve sobre mojado. "Este año parecía que se mantenía el mercado alemán", explicó el presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), Jorge Marichal. Él mismo advirtió del impacto que tendrá para un destino como La Palma, en el que la pérdida de un solo avión tiene un mayor peso específico; "ahí sí que van a tener problemas", avanzó.
La casuística en estos casos de desaparición de compañías aéreas es amplia. En octubre de 2017 fue la británica Monarch la que dijo adiós. Según los datos que maneja el departamento de Investigación y Conectividad de Promotur, se logró recuperar el 20% de las plazas que aportaba esta aerolínea.
Claro que entonces existía una sobreoferta para el Reino Unido, con lo que parte de los asientos perdidos no hicieron sino promover un ajuste de mercado que permitió que las aerolíneas que se mantuvieron operativas incrementaran su margen de beneficio. En otras palabras, menos plazas con una elevada demanda permitió vender los billetes más caros.
Jorge Marichal apuntó que en muchos casos "las rotaciones son artificiales". Es decir, "no existe una demanda" que realmente haga necesaria la presencia de nuevas aerolíneas. Esos incrementos de la conectividad no garantizan la rentabilidad. "La competencia es buena, pero no una que nos lleve al desastre", concluyó.
La irrupción de la low cost irlandesa Ryanair cambio de manera diametral el negocio. Hoy en día mantiene unos precios bajos de los billetes y el lunes declaró unas pérdidas de 20 millones de euros en el último trimestre fiscal. Un déficit que resulta aún mayor si se compara con los más de 105 millones de beneficio del mismo periodo correspondiente al año anterior. Esta estrategia de vender barato saca del mercado a los competidores.
Ryanair ha optado en las últimas semanas por implantar el desconcierto. En la recientemente finalizada Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) "aseguraron que no iban a desmantelar las bases que tienen en Canarias", afirmó María Méndez. Ahora se decanta por detraer dos de las aeronaves con las que opera en las Islas. En esas reuniones de hace dos semanas también comunicaron su intención de incrementar "en un 25%" su oferta para el Archipiélago el próximo verano.
Lo de Norwegian es otro caso. La directora gerente de Promotur entiende el cierre de sus bases en el Archipiélago como "un repliegue transitorio por una situación financiera complicada". Ayer, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) anunció paros si la aerolínea escandinava no garantiza todos los empleos y deja de "invitar" al personal a aceptar "traslados no elegidos".
