La Agencia Tributaria Canaria cifra en 139,3 millones de euros el ahorro del que se beneficiaron los canarios durante el año pasado a consecuencia de la bonificación del 99,9% que se aplica a las herencias en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Una cantidad que supera en un 10,26% la del año anterior, cuando la Administración autonómica dejó de recaudar 126,3 millones por la rebaja en el tributo que grava las herencias.

Esta bonificación se regula en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma desde 2016 y se aplica sobre la cuota tributaria derivada de las adquisiciones mortis causa incluidas en la herencia legada por familiares de primer y segundo grado, es decir, padres, hijos, cónyuges, nietos y abuelos, así como también las cantidades percibidas por los beneficiarios de seguros de vida que se acumulen al resto de bienes y derechos. La idea del Gobierno de Canarias es disminuir así la presión y el esfuerzo fiscal de las personas y evitar que se vean obligadas a renunciar a herencias por no poder pagar el impuesto. Al mismo tiempo se intenta generar riqueza que revierta en la economía de las Islas.

No obstante, hay que puntualizar que el objetivo de disminuir las renuncias a herencias no se ha conseguido. Con el estallido de la crisis en octubre de 2007 comenzó una escalada de renuncias en todo el país que se hacía cada vez más profunda conforme se acrecentaban las dificultades económicas. Es en ese contexto en el que los gobiernos regionales, como el de Canarias, se plantean bonificar el Impuesto de Sucesiones, que está cedido a las autonomías. Los datos revelan, sin embargo, que no se ha conseguido frenar el cada vez mayor número de canarios que rechazan la herencia.

Entre enero y septiembre de 2018, según las últimas estadísticas del Consejo General del Notariado, se contabilizaron hasta 1.253 renuncias a herencias en las Islas. El número de casos creció un 5,2% en relación con los tres primeros trimestres de 2017, cuando para más inri también se batió el récord hasta la fecha. Es más, el incremento de las renuncias es de un 21,2% respecto del número de casos registrado entre enero y septiembre de 2016.

Desde el 1 de enero, la bonificación se extiende a las herencias recibidas por familiares de segundo y tercer grado, y a ascendientes y descendientes por afinidad.