La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Quiebra del tercer operador turístico | Duras consecuencias en Canarias

"Aún no sé si voy a cobrar"

La quiebra de Thomas Cook comienza a afectar a los hoteles, con el retraso en el pago de los salarios y el fin de la renovación de los contratos

Un cliente espera sentado en el hotel Sunprime. yaiza socorro

Las inevitables consecuencia de la quiebra de Thomas Cook se están produciendo en cadena y muchas de ellas tienen nombres y apellidos. Es el caso de los centenares de trabajadores de los hoteles propiedad del turoperador en el sur de Gran Canaria: Ocean Beach Club, en Playa del Cura, Sunwing, en Arguineguín, y Sunprime, en Playa del Inglés. No todos han corrido la misma suerte: en el caso del primero, la empresa ya les ha comunicado que no cobrarán a final de mes, como es habitual, pues sus salarios han sido bloqueados hasta el 7 de octubre, fecha límite legal para pagar las nóminas. Por el contrario, tanto los empleados del Sunwing como del Sunprime sí cobraban ayer sus salarios en tiempo y forma, tal y como informa Comisiones Obreras.

"Es muy triste ir a trabajar sin saber si vas a cobrar y no poder hacer nada". Faviola Rivier es delegada sindical de CCOO y secretaria del Comité de Empresa en el Ocean Beach Club. Existe inquietud y preocupación en muchos trabajadores, que en algunos casos linda con "un auténtico pánico", tal y como explica Rivier. "El otro día, un compañero que lleva más de 40 años en la empresa y que ahora está de vacaciones me llamó para preguntarme si nos íbamos a quedar en paro. Ayer me puse en contacto con él para contarle cómo había ido la reunión con Recursos Humanos e intentar tranquilizarle".

Más sereno y confiado se muestra el presidente del Comité de Empresa, Cristian Basile, miembro también de CCOO, que prefiere dar por buenas las explicaciones de la empresa. "Nos aclararon que, como siempre en estas fechas, se encuentran inmersos en pleno cierre fiscal pero que, en esta ocasión y debido a todo lo que ha ocurrido, se está alargando mucho porque las cuentas tienen que estar perfectamente claras".

El presidente del Comité de Empresa prefiere calmar los ánimos y dar un margen de confianza a la dirección, con la que "el diálogo ha sido constante y cordial". Además, confía en el potencial del Ocean Beach Club: "Se trata de un hotel muy pequeño, que está al final de la cadena y al que, además, le salen muchas novias porque es un establecimiento muy atractivo y que goza de gran éxito", concluye el sindicalista, que recuerda que el hotel opera con total normalidad y "que los proveedores entran y salen sin problemas".

La crisis de 2015

Sin embargo, el temor de estos trabajadores es comprensible porque no es la primera vez que ven peligrar su medio de vida."Hace cuatro años, la anterior compañía propietaria del establecimiento, Zecripco, dejó de pagar a los trabajadores durante año y medio", relata Rivier. "Fue una época horrible porque nos abonaban el salario cada tres meses y no los podíamos denunciar". Son situaciones muy complicadas en las que los trabajadores tienen miedo a perder sus derechos. Si llevan más de 20 años en el hotel no pueden irse sin más si no les pagan porque se quedan sin todo lo que les corresponde de indemnización.

En aquella ocasión, la propia Rivier sufrió una depresión porque tenía un hijo al que mantener ella sola. "Al final no estamos hablando sólo de los empleados, sino de las familias que hay detrás y a las que hay que mantener", resalta. Thomas Cook rescató por aquel entonces al hotel y a sus 45 empleados fijos. "Fue un momento muy positivo porque se trataba de una garantía para todos nosotros, era una empresa seria y sabíamos que íbamos a cobrar".

De todas formas, Rivier considera que las circunstancias actuales son muy diferentes y que hay que guardar la calma por tres motivos: en primer lugar, porque es la primera vez que pasa con esta compañía, que siempre les ha pagado en tiempo y forma; en segundo lugar, porque no está claro que tengan motivos para comenzar a presionar ya; y, en tercer lugar, porque han optado por ser cautos y esperar hasta la fecha que les han dado.

Además, "la dirección nos dice que vamos a seguir estando llenos y que vamos a continuar trabajando con distintas filiales", lo que no logra disipar del todo la preocupación que reina en la plantilla "precisamente porque esto nunca nos había pasado con ellos".

De hecho, cuando estalló la crisis de Thomas Cook "no estábamos preocupados sino todo lo contrario, incluso nos sentíamos optimistas porque el 98% de nuestros clientes son escandinavos, por lo que al no depender de la parte británica del turoperador, pensamos que estaríamos al margen. Pero ahora, con la filiales también en suspensión de pagos, todo son dudas", reconoce Rivier.

Este hotel cuenta con más de un centenar de trabajadores y unas 400 plazas turísticas, las mismas cifras que maneja el Sunprime, mientras que el Sunwing, con unas 700 camas, cuenta con el doble de empleados. El mutismo reinaba en los empleados de estos dos últimos establecimientos, aunque uno de ellos aseguraba que el hotel estaba funcionando con normalidad y se mostraba convencido de que, independientemente de la desaparición de Thomas Cook, seguiría abierto y ellos seguirían trabajando.

Renovaciones anuladas

La quiebra de Thomas Cook no sólo ha afectado a los hoteles de su propiedad. En el caso del Sentido Gran Canaria Princess, con quien el turoperador británico tenía firmado un contrato mediante el cual garantizaba el 70% de sus clientes, ya ha habido víctimas laborales. "Ayer mismo hubo jefes de departamento que comunicaron a algunos empleados que no se les va a renovar el contrato", explica Antonio Alcántara, representante de UGT y presidente del Comité de Empresa de este establecimiento.

El hotel Sentido Gran Canaria Princess, que puede alojar a más de 700 clientes y da trabajo a unas 200 personas, firmó en 2013 esta garantía con Thomas Cook, que se iba renovando por temporadas. La última expiraba el próximo mes de octubre, pero iba a prolongarse hasta diciembre. Sin embargo, todos estos clientes "han desaparecido de un plumazo", relata el sindicalista. "Vamos a pasar del 90% de la ocupación que tenía este lunes a apenas un 20% la próxima semana", confirma Alcántara. ¿Por dónde pasa el futuro de este establecimiento? "Lo lógico es que atraigan turistas a través de Booking y otros intermediarios digitales además de que intenten llenar el vacío que ha dejado Thomas Cook con otros turoperadores como TUI".

El presidente del Comité de Empresa reconoce que el miedo se ha instalado como un inesperado cliente en el establecimiento. "Una compañera regresaba hoy de vacaciones y me decía que estaba asustada. Tenemos que calmar a la gente, que lógicamente está preocupada porque no sabe lo que va a pasar". Una inquietud que alcanzaba también a los usuarios. "Desde que el lunes saltó la noticia, la recepción y la mesa de Thomas Cook se llenaron de clientes asustados e inquietos por cómo quedaba su situación. Estaban desbordados".

Compartir el artículo

stats