Sin destino no hay futuro. Preservar la riqueza natural y la amabilidad del clima de Canarias son factores esenciales para garantizar que la maquinaria turística del Archipiélago continúe moviéndose al ritmo que demanda la ultradependiente -de la actividad alojativa- economía de las Islas. Una condición indiscutible que, sin embargo, topa con la mala prensa que se ha instalado en torno a la utilización de los aviones por su contribución a la emisión de gases nocivos.

El presidente canario, Ángel Víctor Torres, participó ayer en el X Foro Exceltur que esta Alianza para la Excelencia Turística organiza cada año en la víspera del arranque de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur). Junto a sus homólogos de Baleares, Francina Armengol, y Comunidad Valenciana, Ximo Puig, Torres destacó que el Archipiélago fue la primera comunidad autónoma en aprobar, "en este mandato, una declaración de emergencia contra el cambio climático".

Ahora bien, poner por delante esa "conciencia medioambiental indiscutible", señaló el presidente, no es compatible con formar parte de quienes demonizan el uso de los aviones. En el transcurso del debate en el que intervino -Potenciando la imagen y la competitividad regional del turismo en España-, varios "expertos turísticos y representantes de empresas privadas" aludieron a la confusión generada.

Indudablemente, los aviones, como portadores de motores de combustión alimentados con hidrocarburos, son responsables de una parte de la suciedad de la atmósfera (el 2%). Sin embargo, se trata de "un transporte colectivo, hay otros que contaminan más y tienen que ver con el terrestre", matizó el jefe del Ejecutivo autonómico.

Otras fórmulas

El presidente de las Islas expuso la importancia vital que tiene el transporte aéreo para Canarias, por su lejanía y fragmentación. "Si otros países quieren aumentar la presión fiscal por utilizar queroseno", explicó Ángel Víctor Torres, "al llegar a las Islas hay turistas que abonan en los hoteles una cantidad equivalente a la huella de carbono que han dejado sus aviones y dicha suma se destina a reforestación, por ejemplo".

Aparte de presionar para la investigación sobre combustibles menos nocivos, las Islas no pueden permitirse ningún tipo de moratoria ni un encarecimiento de los desplazamientos que lamine su competitividad. "No hay manera de llegar si no es por avión y recibimos al año 15 millones de turistas", relató el presidente; "nuestras autopistas son los cielos", recalcó. Además, incidió en que la movilidad de los canarios también pasa por la utilización del avión y, en este caso, no solo por razones lúdicas exclusivamente, sino también por trabajo o salud, por ejemplo.

En cuanto al funcionamiento de la industria turística durante el pasado ejercicio, el jefe del Ejecutivo autonómico se mostró satisfecho por el volumen de llegadas alcanzado, esos 15 millones de visitantes. Sobre todo por cómo se logró remontar, "junto a otras instituciones y empresas privadas", la quiebra de Thomas Cook, acaecida en la segunda mitad de septiembre.

No obstante, reconoció que aún queda camino por recorrer para recuperar parte de la conectividad perdida. Para esa y otras cuestiones, aseguró que se mostrará exigente "con el Gobierno de España y con Bruselas".

Sobre los pasos dados en la comunidad autónoma en favor de la preservación del medio ambiente, recordó que ya cuentan con la unanimidad del Parlamento. Partiendo de ese hecho, deseó que ocurra lo mismo en el Congreso y el Senado con la declaración de emergencia climática aprobada ayer por el Consejo de Ministros.