El economista y exministro socialista Miguel Sebastián cree que el Gobierno central debería "tirar la toalla" en cuanto a la elaboración del Presupuesto General del Estado (PGE) de 2020 y hacer "ya" el del año 2021 para aprobarlo este año. Sebastián admite ser "bastante radical" en este planteamiento pero lo justifica en que en el año 2020 "hay poco que hacer porque no" se puede "subir ya el IRPF, no se puede subir el impuesto de sociedades" y el cobro de la tasa Google se retrasará "hasta el año que viene y, por tanto, hay un margen de maniobra muy escaso como para hacer un presupuesto en el año 2020 con mucho gasto y cumplir unos objetivos que son muy ambiciosos" como es llegar al 1,8% de crecimiento de la economía. En este sentido, entiende que aprobar los PGE de 2021 "darían un horizonte de más largo plazo al problema presupuestario" actual.

En el lado contrario se sitúa el catedrático de Economía Aplicada y divulgador José María O'Kean, para el cual es "clave" que el Gobierno de Pedro Sánchez saque adelante sus presupuestos este año porque el próximo año será más difícil aprobarlos y, de esta forma, el pacto PSOE-Podemos podría cubrir casi toda la legislatura porque podría prorrogar las cuenta de este año dos o tres ejercicios. O'Kean considera que la batería de subida de impuestos que prevé el Ejecutivo se hará ahora, el gasto público se moderará a corto plazo pero con la perspectiva de ir aumentándolo de forma progresiva hasta un 7% más, lo que equivale a 60.000 o 70.000 millones de euros más y que el Estado incremente su peso sobre el PIB en la línea de países como Francia, Alemania o Reino Unido. El economista también no ve al actual equipo que dirige la Comisión Europea "con ganas de apretar más" porque incluso Francia ha rebasado su límite de déficit y el hecho de que el actual comisario de Economía sea italiano también favorece a España.

Sebastián y O'Kean participaron ayer en los Desayunos Socioeconómicos organizados por la entidad Cajamar Caja Rural en su sede social de la calle Triana. Los dos economistas ofrecieron algunas de las claves del momento actual de la economía mundial y española y valoraron el crecimiento del sector turístico y su obligada adaptación a la transformación digital.