El Banco de España avanzó ayer que la economía española podría caer cerca del 20 % en el segundo trimestre, el mayor retroceso de la serie histórica después de la paralización de buena parte de la actividad en abril, que ha hundido la inversión empresarial, el consumo y el empleo medido en horas trabajadas. El descenso del empleo medido en términos de las horas trabajadas habría sido aproximadamente del 20 %, en línea con el del PIB.

Las previsiones del Banco de España mantienen la horquilla ya avanzada el pasado 8 de junio que establecía un retroceso del 16 % para un escenario de recuperación temprana y del 21,8 % para uno de recuperación gradual. En ambos escenarios el desplome se explica por la contribución negativa de la demanda nacional (consumo e inversión), que llegaría a 13,8 puntos en el primero y a 18,8 puntos en el segundo.

El gasto de los hogares se ha visto muy afectado por el confinamiento, que también ha llevado a mínimos históricos los indicadores de confianza, ha desplomado el crédito al consumo y ha hecho repuntar con fuerza la tasa de ahorro.

La inversión empresarial probablemente será el componente de demanda que más retroceda durante el segundo trimestre, tras el desplome de la producción industrial de bienes de equipo, las ventas de este tipo de bienes realizadas por las grandes empresas y las matriculaciones de vehículos de carga, entre otros, destaca en el informe del supervisor financiero publicado ayer.

Desde la entrada en vigor del estado de alarma (15 de marzo) hasta el inicio del proceso de desescalada (4 de mayo) la actividad económica habría disminuido en torno a un 30 %, salvo durante la vigencia de la suspensión de actividades no esenciales (30 de marzo-9 de abril), en el que calcula que la reducción de la producción habría rondado el 50 %.

De esta forma, el deterioro más severo de la actividad y del gasto tuvo lugar en el mes de abril, en tanto que a partir de mayo se detecta una "suavización parcial y gradual" de las caídas.