La consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Margarita Ramos, se ha puesto como objetivo "irrenunciable e imprescindible" en esta legislatura la "implantación del gas natural y alcanzar 1.025 megavatios de energía eólica", para lo que "hay que desatascar el concurso eólico".

Ramos, que compareció ayer en la Cámara regional para anunciar las prioridades de su departamento para los próximos cuatro años, insistió en la necesidad de "dar los pasos necesarios para alcanzar, tras años de retraso, un nuevo impulso de la política energética", por lo que se revisará el Plan Energético de Canarias (Pecan).

"Es irrenunciable e imprescindible la implantación del gas natural, alcanzar 1.025 megavatios de energía eólica para incorporarla a la red eléctrica hasta alcanzar un 30% en parques eólicos, así como fomentar las instalaciones eólicas y fotovoltaicas de pequeña potencia que puedan ser utilizadas por las familias", afirmó.

En cuanto al gas, afirmó que dará "máxima prioridad" a su implantación para cumplir con los objetivos establecidos en el Pecan del año 2006, así como la puesta en marcha de centrales hidroeléctricas.

En cuanto a la Industria, Ramos insistió en que hay que casi duplicar su participación en el PIB desde el actual 3,6% hasta situarlo en un 6%, poniendo en marcha "una marca industrial canaria", un objetivo que también prevé para la artesanía. "Mi gran compromiso y mi objetivo es conseguir trasladar todo el potencial de innovación que hay en Canarias al sector industrial canario, porque el conocimiento ya lo tenemos", apuntó Ramos.

Investigación

La consejera regional de Empleo, Industria y Comercio aseguró, en comisión parlamentaria, que en Canarias hay investigación de calidad, y añadió que el reto es trasladarla al tejido productivo, a las empresas. Durante su primera intervención en el Parlamento de Canarias como consejera y en el turno de respuesta a los grupos parlamentarios, Ramos insistió en que en Canarias hay investigación y consideró que el problema es hacer llegar esta innovación a las empresas y tal vez el Instituto Tecnológico de Canarias tenga que cambiar el chip, indicó la consejera.