Fuerteventura fue la primera isla en que desembarcó Ryanair, merced a un acuerdo firmado con una Agrupación de Intereses Económicos (AIE) conformada por empresarios hoteleros. Sin embargo, en enero del pasado año un incumplimiento por parte de la mencionada AIE llevó a la compañía irlandesa a abandonar el aeropuerto majorero. Para su regreso fue necesaria una nueva negociación, esta vez con el Cabildo, que reportó a la aerolínea dos millones de euros.

"Se hizo con luz y taquígrafos", recuerda el presidente insular, Mario Cabrera. En la firma se incluyeron dos convenios. El más cuantioso (1.992.000 euros) se firmó directamente con la compañía y se prolonga hasta el próximo 2013. Los otros 18.000 euros se destinaron a Ryanair Limited, filial de la aerolínea. El acuerdo principal incluía la colocación de publicidad exterior en dos aviones con sede en Bruselas y Milán, así como en los reposacabezas de los asientos de esos dos aparatos. Además, se publicó un artículo de dos páginas en la revista que Ryanair reparte a bordo. El otro convenio pasaba por la contratación de publicidad.

Mario Cabrera recuerda que llegó un momento en que los irlandeses "volaban a todas las islas menos a Fuerteventura". El convenio que motivó el regreso de la compañía irlandesa fue aprobado por el Pleno del Cabildo con los votos de Coalición Canaria y Partido Popular, y la abstención de los socialistas.

Desde Ryanair, su director de Marketing en España, Luis Fernández-Mellado, explicaba ayer que la compañía no comenta los acuerdos comerciales a los que llega con cualquier institución pública o privada. Sin embargo, sí afirmó que en el caso de las tres bases operativas que van a tener en las Islas (dos ya en marcha, en Gran Canaria y Tenerife) "es el sistema de incentivos" actual lo que les ha decidido a ello.

Otras de las razones esgrimidas es el tiempo que se les ha garantizado. "Al menos tendremos cuatro o cinco años", con las actuales ayudas, explicó.