Las aerolíneas todavía deben 200 millones de euros a las agencias de viaje de todo el país por los billetes de los vuelos que fueron cancelados tras la declaración del estado de alarma el pasado mes de marzo. Según estimaciones de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), de ellos al menos 20 millones se adeudan a negocios del Archipiélago. Una situación que, junto a la caída de los viajes debido a la pandemia, pone en riesgo al 40% de las agencias de viajes de las Islas, lo que supone unas 240 empresas de las 600 que operaban en Canarias antes de la crisis sanitaria.

El importe de los billetes de avión vendidos a través de las agencias y que fueron cancelados por fuerza mayor se elevó en un primer momento hasta los 400 millones, obligando a estas oficinas a afrontar de su propia caja el pago a sus clientes, lo que les provocó graves problemas de liquidez.

Para el presidente de la CEAV, Rafael Gallego, la situación es kafkiana, ya que algunas de las aerolíneas que no han devuelto el dinero “han recibido hasta 600 millones en ayudas del Estado sin que el Gobierno les haya obligado a hacer estas devoluciones a las agencias de viaje”.

Gallego advierte de que la situación para el sector en Canarias es todavía más grave, ya que para las agencias del Archipiélago el 60% del volumen de negocio proviene precisamente de la compra de billetes de avión, un porcentaje superior al resto del país. “No está llevando a la ruina, no hay ingresos y no devuelven el dinero de nuestros clientes”, apunta el portavoz del sector, que explica que las agencias pagan normalmente por adelantado a las aerolíneas, navieras y hoteles, por lo que ante la cascada de cancelaciones tras la declaración del estado de alarma tuvieron que recurrir a sus propios fondos para devolver a sus clientes lo que habían pagado.

Falta de liquidez

Ahora no solo todavía hay personas que no han cobrado debido a que las agencias ya no cuentan con liquidez suficiente para hacer estas devoluciones, sino que tampoco han recibido de las aerolíneas el dinero que han adelantado a muchos de sus clientes. “El 90% de las agencias no tiene capacidad para hacer devoluciones”, sostiene.

Gallego critica que en julio el Ministerio de Consumo “nos obligase a devolver dinero a los clientes cuando no lo tenemos, porque ahora se trabaja con el pago adelantado” y reitera que las aerolíneas “tienen la misma obligación que nosotros de que el dinero vuelva a su legitimo propietario”.

El presidente de la CEAV no está conforme con que se haya optado por la opción de que las compañías hayan extendido bonos a los viajeros para que los puedan utilizar más adelante, ya que “te arriesgas a no poderlo utilizar porque no sabemos cuándo van a reactivarse los viajes y tampoco si las compañías van a estar operando porque existe el riesgo de que puedan quebrar”.

La Confederación Española de Agencias de Viajes ha llegado a denunciar a 39 compañías por estas deudas y en este tiempo han acumulado más de 30.000 reclamaciones de viajeros afectados por esta situación.

El sector de las agencias de viaje es uno de los más afectados por la crisis. Las restricciones de movilidad y el miedo a viajar han debilitado un negocio que en Canarias cuenta con 600 empresas y que emplea a 8.000 personas de forma directa, aunque si se tienen en cuenta los puestos de trabajo indirectos la cifra puede elevarse hasta las 18.000, según estima Gallego.

El sector asegura estar registrando descensos en sus ventas de en torno al 90%. La mayoría de los negocios no han retomado su actividad tras el cierre de marzo y la mayor parte de sus trabajadores están afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE).

Gallego evidencia que a las agencias de viaje no solo les adeudan las aerolíneas “también nos deben dinero las compañías de cruceros y algunas cadenas hoteleras”. Aun así recalca que “somos el único sector que no ha tenido ningún apoyo específico por parte del Gobierno”. Por eso, insiste en que una vez se agoten los ERTE y se tengan que empezar a devolver los créditos ICO “habrá muchos que no puedan volver a arrancar y prevemos que haya cierres masivos y que el 40% de estas empresas desaparezcan”.

Algo que para Gallego no solo afectará a estos negocios sino a todo el sector turístico. “En Canarias el 80% de los turistas llegan a través de turoperadores, no solo de los grandes, sino también a través de muchas pequeñas y medianas empresas como las nuestras”, concluye, por lo que insiste en que si desaparece parte de este tejido productivo no solo supondrá un golpe para el empleo del propio sector, sino que provocará una caída en la llegada de visitantes que afectará a toda la industria turística.