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Trabajadores del sector de la construcción en una obra. | | MARÍA PISACA

La construcción capea la crisis y suma ya más empresas que antes del covid

El sector se convierte en una actividad refugio ante la paralización del turismo | La creación de micropymes repunta en las Islas por el avance del autoempleo

La construcción está resistiendo a la crisis en Canarias. El sector es el único en las Islas que suma ya más empresas que antes de la pandemia. En el último año se ha convertido en refugio para muchos ante la paralización del turismo y las dificultades que han atravesado otros como el ocio o la restauración, por lo que ha recogido buena parte de la creación de nuevas micropymes que han surgido en los últimos meses. De esta manera, el pasado mes de abril en Canarias había 5.410 empresas de esta actividad inscritas en la Seguridad Social, 58 más que las que existían antes del estallido de la emergencia sanitaria que ha provocado una crisis económica y social sin precedentes en el Archipiélago.

El tejido empresarial de este sector ha variado a lo largo de los últimos años y la actual situación ha terminado por acabar de moldearlo. Más micropymes, pymes y autónomos muy especializados, en detrimento de las grandes constructoras de antes del estallido de la burbuja en el 2008. Pero, ¿quién está creando estas nuevas empresas en el sector? La mayor parte son operarios profesionales y autónomos que tras años trabajando se lanzan a poner en marcha su propia empresa.

Así lo explica la presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la provincia de Las Palmas (AECP), Salud Gil, que expone que la anterior crisis dejó un vacío de empresas especializadas, que ahora las asociaciones empresariales quieren volver a cubrir. «El sector está generando expectativas y queremos estar preparados», recalca, por eso señala que se debe recuperar el tejido productivo perdido y se está animando y formando a autónomos y profesionales para que pongan en marcha sus proyectos empresariales.

El sector está recibiendo también a antiguos trabajadores, que cambiaron la construcción por la hostelería tras la crisis financiera, y que ahora regresan a sus orígenes. «A diferencia de lo que ocurrió entonces se está cambiando la barra por el andamio», asegura Óscar Izquierdo, presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), aunque recalca que en el caso de estos retornados es necesario primero «un proceso de reformación, porque la actividad ha cambiado mucho». Izquierdo señala que la construcción es «el único sector que sigue en pie» en Canarias y se ha visto beneficiado por el auge de las reformas en viviendas tras el confinamiento y la puesta a punto de los hoteles ante el parón turístico.

Sin embargo, Gil advierte de que este impulso que están teniendo las asociaciones y empresas del sector no se está viendo reflejado en el trabajo de la administración. «No se hace el esfuerzo necesario para ser ágiles y sacar adelante los planes» e insiste en que «como no se empiece a licitar obra pública y no se ponga en marcha el Plan de Vivienda, de aquí a final de año vamos a empezar a dar más de un disgusto».

El de la construcción es ahora el único sector en el Archipiélago que cuenta con más empresas que antes de la irrupción del covid. Sin embargo, la creación de sociedades está repuntando en el Archipiélago después de un año en el que el cierre de negocios era la tónica habitual. ¿La razón? La falta de oportunidades laborales debido a la crisis del coronavirus, que está empujando al autoempleo a miles de canarios que ven como única posibilidad de ganarse el pan generar ellos mismos su propia actividad. No es nada nuevo, ya en la anterior crisis el emprendimiento también fue una salida laboral.

Las dos patronales canarias han constatado esta tendencia y apuntan que es la que está detrás del crecimiento del número de proyectos empresariales en las Islas. Según los datos del Ministerio de Trabajo, Canarias tenía en marzo 57.701 empresas con trabajadores, 2.122 más que en abril de 2020, cuando el tejido productivo se redujo a mínimos por la pandemia.

«Al compararse con un mes con una caída brutal parece que los datos son positivos, pero hay que ponerlos en perspectiva», advierte José Cristóbal García, vicepresidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Y es que no hay que perder de vista que la cifra todavía dista mucho de las más de 61.000 empresas que había en el Archipiélago antes de la pandemia. Pero achaca ese dinamismo empresarial de los últimos meses «a la actividad emprendedora de aquel que no encuentra trabajo y se busca la vida abriendo una pequeña empresa». CEOE-Tenerife también atribuyó en su último informe de coyuntura la paulatina recuperación del número de empresas «a la búsqueda desesperada de generación de negocio y a las pobres expectativas a conseguir un empleo a través de la contratación ajena».

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