El conflicto laboral del personal del handling de Groundforce en el Aeropuerto de Gran Canaria sigue atascado por el desacuerdo entre el comité de huelga y la empresa, lo que puede provocar que hoy haya una nueva jornada de paros en un día de elevado tráfico en Gando. Que haya o no huelga dependerá de una nueva reunión que celebrarán desde primera hora de la mañana de hoy las dos partes con la mediación de la Inspección de Trabajo, después de que en el encuentro de ayer no se alcanzara algún tipo de acercamiento que desconvocara el conflicto.
Según el comité de huelga, la reunión de ayer produjo «frustración» entre los representantes de los trabajadores por la «actitud y postura» de la empresa, muy alejada de los problemas planteados por la plantilla. «Es sorprendente que la empresa pretenda condicionar la ratificación de los acuerdos por organizaciones sindicales no convocantes de la huelga», cuestiona el comité. De los seis sindicatos que están representados en el comité de empresa, tres respaldan el conflicto y otros tres se han descolgado del mismo. Los dirigentes sindicales consideran «irresponsable» la postura de los dirigentes de la empresa.
Para evitar un nuevo caos en Gando, desde primera hora de la mañana volverán a verse las tres partes ya que los paros de hoy están convocados a partir de las 12.00 horas hasta la medianoche. Los miembros del comité esperarán hasta el final de la mañana para saber si desconvocan o no el paro. Los miembros del comité de huelga reiteran su predisposición al diálogo con el fin de que no se vuelvan a repetir la imagen de miles de maletas amontonadas en el aeropuerto y numerosos retrasos en los vuelos y en la entrega de los equipajes.
Sin embargo, la empresa Groundforce, perteneciente al grupo Globalia, lanzó ayer un comunicado en el que acusa a los sindicatos que respaldan el conflicto laboral y al comité de huelga de «incitar a los trabajadores a incumplir con los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana» y de «presiones y amenazas a trabajadores que no quieren ser partícipes de un ejercicio ilegal de la huelga». Por ello la empresa «está analizando determinadas conductas que podrían exceder del ejercicio legítimo de una huelga» y denuncia que «las consecuencias provocadas por las dos primeras jornadas de huelga (retrasos en los vuelos, pasajeros retenidos dentro de los aviones, aglomeraciones en la terminal, maletas dejadas en tierra, etcétera) son desproporcionadas atendiendo al seguimiento entre la plantilla».
Groundforce hace hincapié en la división sindical existente en el seno del comité de empresa, llegando a acuerdos «con aquellas secciones sindicales que, rechazando el ejercicio de la huelga, han mantenido el diálogo y adoptado una postura razonable y realista».
Según la empresa del grupo Globalia, con carácter previo al inicio de la huelga convocó dos reuniones con el comité de huelga proponiendo soluciones a las cuestiones planteadas. «Durante el transcurso de la segunda reunión, el comité de huelga abandonó unilateralmente la reunión levantándose de la mesa de negociación», asegura. «Ante esta situación, y con el fin de encontrar una vía alternativa, Groundforce solicitó el pasado tres de septiembre la mediación de la Autoridad Laboral, celebrándose el 10 de septiembre –ayer– la primera reunión una vez el comité de huelga ha aceptado la misma».
«La huelga se convoca ante la inminencia de unas elecciones sindicales, siendo así que los intereses electoralistas de los sindicatos que mantienen la misma impiden un acercamiento de posturas entre las partes», critica.
